Cultura

La Inquisición vuelve a Triana

La cripta del castillo de San Jorge, actual Mercado de Triana, volvió a acoger ayer uno de aquellos cruentos interrogatorios de la Inquisición. Por suerte, se trataba sólo del rodaje de una escena de Brujas, el nuevo filme de la directora sevillana Pilar Távora. (Foto: Gregorio Barrera).

el 14 sep 2009 / 22:05 h.

La cripta del castillo de San Jorge, actual Mercado de Triana, volvió a acoger ayer uno de aquellos cruentos interrogatorios de la Inquisición. Por suerte, se trataba sólo del rodaje de una escena de Brujas, el nuevo filme de la directora sevillana Pilar Távora.

El hielo impregnado con efluvios de pescado y cáscaras de fruta contrastaba el sábado con los flight-cases del equipo técnico, las cámaras y los focos. Sebastián Haro -15 días contigo, El laberinto del fauno- se preparaba para ejercer de inquisidor con su ansioso Ducados entre los dedos.

Mientras Pilar Mora, demacrada y desgreñada por arte del maquillaje, pero con los pies enfundados en unas mullidas zapatillas con forma de osito, se disponía a ser torturada en el mismo lugar en que otras mujeres recibieron duros castigos en nombre del Santo Oficio. "Es una escena fuertecita, pero muy realista", comentaba la actriz. "Me voy a quedar afónica de chillar, que es lo que haríamos todos si nos viéramos en una de ésas. Tengo entendido que todo esto aún está lleno de esqueletos", agregó.

"Nada más que me llaman para hacer de hijoputa", ironizaba Haro, que este año tiene la agenda repleta de proyectos. A su lado, Pilar Távora repasaba los detalles de un rodaje que comenzó hace cuatro meses y ya ha pasado por Montilla, Aracena y Castaño del Robledo, y aún tiene que viajar al País Vasco, Tolousse y el sur de Alemania.

Religión. Brujas quiere ser un docudrama para la pantalla grande que ilustre la evolución de este fenómeno desde la Antigüedad a nuestros días. "Las brujas tuvieron una enorme importancia como psicólogas, conocedoras de lo mágico, estudiosas de las plantas o curadoras de epidemias", explica la directora, que quiere fijar la fecha de estreno a finales de mayo. "Con la Inquisición la bruja se considera una vieja verrugosa que se come a los niños, su sabiduría se manipula y destruye. Fue el modo de la Iglesia de quitarle a esas mujeres el poder que tenían".

Para Pilar Távora, "la brujería es una religión. En la Sierra de Huelva hemos rodado un rito de iniciación similar a la misa o a la ceremonia de ingreso de las monjas en los conventos. Hemos querido documentarnos mucho, no sólo con libros de antropólogos e historiadores, sino con los manuales de la Inquisición. El interrogatorio de Sebastián es exactamente igual a los que se practicaban entonces", apostilló la cineasta.

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