La agencia policial internacional Interpol ha dictado el Código Rojo para lograr la detención del miembro de las FARC, Víctor Ramón Vargas Salazar, reclamada por la Justicia española por su presunta colaboración con ETA, según informa en su página web. Fuentes policiales precisaron a Europa Press que esta orden está vigente desde el pasado 4 de febrero, momento en el que difundió la orden de arresto dictada por la Audiencia Nacional a través de la oficina de Interpol España.
Vargas Salazar está imputado en la causa que investiga el juez Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco en relación a las conexiones entre ETA y las FARC. El nombre de Vargas Salazar apareció por primera vez en el auto del 1 de marzo de 2010 en el que el magistrado denunciaba la "cooperación gubernamental" del Gobierno de Venezuela "en la ilícita colaboración" entre ETA y las FARC. Aquel día el juez procesó a seis presuntos etarras y siete miembros del grupo colombiano por compartir información sobre el manejo de explosivos e intentar cometer varios asesinatos, entre ellos el del presidente del país sudamericano, Álvaro Uribe, y su antecesor Andrés Pastrana.
En la información difundida por la Interpol aparece la foto del integrante de las FARC y sus datos personales. Se indica que tiene 36 años, que nació en la localidad colombiana de Campoalegre y que está reclamado por la Audiencia Nacional.
El Código Rojo dictado por la Interpol el mes pasado es un protocolo que se establece siempre que existe una orden de detención internacional precisaron las fuentes consultas. Recuerdan que la agencia policial internacional dictó sólo en el año 2009 un total de 7.290 oficios de los cuales en torno a 5.000 fueron de Código Rojo.
En estos momentos, la Interpol mantiene 26 órdenes de Código Rojo contra otras tantas personas buscadas por los tribunales españoles. En este grupo de fugitivos hay hasta 11 nacionalidades distintas y se incluyen personajes tan distintos como el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden; el histórico etarra, Josu Ternera; Antonio Anglés o dos terroristas de las FARC.
Por otra parte, la Guardia Civil desplegó ayer un amplio operativo, integrado por una veintena de agentes, para peinar las márgenes de la A-67 a la altura de Sierrapando, en Torrelavega (Cantabria), y en la autovía A-1, a la altura de la localidad de Rubena (Burgos), tratando de localizar posibles artefactos de ETA.
Estas bombas, sin embargo, colocadas en 2007, pudieron explotar en su día sin llamar la atención dada la poca cantidad de explosivo utilizado y a que el lugar que escogió ETA para situarlas eran zonas de poco tránsito de personas, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. Ésta es la principal hipótesis que baraja la Guardia Civil después de buscar ayer estos artefactos y no localizarlos.
La colocación de estos dispositivos fue admitida en sus declaraciones ante el Instituto Armado por los integrantes del comando Otazua, detenidos la pasada semana en Vizcaya. Según dijeron, estas bombas fueron colocadas el 2 de septiembre de 2007. Aquel día se alertó de la colocación de cinco artefactos en otras tantas carreteras de la red nacional.
