El año 2011 pone definitivamente el punto y final al ciclo inversor del Ayuntamiento de los últimos ejercicios. La crisis, el estricto plan de ahorro que afronta el Consistorio, la supresión de los planes extraordinarios del Gobierno central y de la Junta, el objetivo de no incrementar una deuda que es ya la más baja de entre las grandes capitales y la proximidad de las elecciones locales han recortado bruscamente la capacidad de gasto del Gobierno municipal.
En total, incluyendo todas las empresas municipales, excepto Emasesa, los presupuestos del próximo ejercicio sólo recogen 32,5 millones para inversiones. Hay que remontarse a antes de la Exposición Universal de 1992 para encontrar una cifra similar. Representa una décima parte de la cantidad invertida hace sólo dos años y un 76% menos que en 2010.
“Ya lo habíamos advertido. Había que poner fin al ciclo inversor de los últimos años. La ciudadanía quiere tranquilidad y no más obras. Se va a invertir lo necesario para concluir los proyectos ya iniciados y comprometidos. No más. Pero hay que tener en cuenta que de cada cien euros invertidos en la ciudad desde los años 90, 83 los ha invertido este alcalde”, explicó la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, en la presentación ante el Consejo Económico y Social de las cuentas más austeras de los tres mandatos de Monteseirín.
El presupuesto de gastos se ha recortado en un 3%, si se incluyen las empresas municipales –de 1.119.726.978 euros a 1.087.366.433– y hasta en un 10% si el cálculo se realiza sólo teniendo en cuenta la Corporación –de 776.054.519 a 693.564.521 euros–. Además, se ha tomado la decisión de no aumentar el endeudamiento, lo permita o no el nuevo marco legal. Hay que abonar 10,5 millones de pagos pendientes de 2009 y las empresas requerirán 25 millones de euros más de los que recibieron en 2010 para que se mantengan servicios como la limpieza y el transporte.
Ése es precisamente el objetivo del próximo ejercicio: mantener las prestaciones básicas y reequilibrar las cuentas del Consistorio. Para ello, además de la subida de las transferencias a las empresas municipales, el Consistorio congelará su gasto en personal, lo que le permitirá, según Hernández, asumir los compromisos pendientes con la plantilla; y contendrá el gasto corriente, que aumenta en un millón con respecto a 2011. “El gasto de servicios no esenciales baja, pero incluso incrementamos partidas de gasto social”, apuntó la responsable de Hacienda, quien incidió en que las políticas sociales se seguirán llevando siete de cada diez euros que se gastan.
Por primera vez, además, los ingresos serán superiores a los gastos. En casi diez millones: el dinero que se debe destinar a pagar los remanentes de tesorería negativos de 2009. Y el objetivo es lograr un balance positivo en las cuentas: que se gasten nueve millones menos de lo que se ingresan, lo que permitiría tener superávit tras tres años consecutivos de déficit. Pese a esto, y aunque las principales figuras tributarias se congelan, las cuentas no prevén una caída de la recaudación. Al contrario. Sube en 18 millones.
En impuestos directos se obtendrán 286 millones, diez más que en 2010; en indirectos, 29,2, uno más que en este ejercicio; y en las tasas 88,2 millones –ocho más–. Además, las transferencias del Estado y la Junta aumentarán en 16 millones. “Prevemos que las aportaciones del Estado vuelvan a la senda de antes de 2008 y hemos logrado un aumento de la recaudación con planes de lucha contra el fraude de la agencia tributaria”, concretó Hernández.
Pese a esta previsión de aumentar ingresos, el Consistorio no recuperará capacidad inversora al menos hasta 2012, cuando finaliza el plan de saneamiento.
