La juez de Mercasevilla ha reorientado el caso por el supuesto fraude en la venta de los terrenos a Sando hacia la gestión que realizó entre 2003 y 2004 la empresa de mercados con el suelo para construir nuevas naves que se adjudicó a la firma Larena 98. Éstas fueron luego rescatadas y se concedieron a Sando, lo que le dio una ventaja en el concurso para adquirir un suelo valorado en 100 millones de euros para viviendas. El presidente de Larena 98 denunció en su declaración ante el juzgado múltiples irregularidades y presiones en las que no sólo entraba la dirección de Merca, sino también Urbanismo y Alcaldía. De este testimonio surgió una investigación del club Patín Macarena, y de sus cuentas. Su presidente fue llamado a declarar ante la Policía Judicial.
De esta investigación se desprende un complejo proceso que se inicia en las elecciones de 2003. El alcalde firmó entonces un contrato-programa con el club Patín Macarena. En octubre de ese mismo año, días después de la adjudicación a Larena 98 de un contrato, esta empresa firmó un convenio con la Asociación de Promoción Exterior de Sevilla (Apes) dirigida por Alfonso Seoane para financiar actividades deportivas, y en especial, el Patín Macarena. Conforme a este acuerdo, en marzo de 2004, Larena 98 realiza una transferencia a Apes de 30.000 euros dirigida inicialmente a pagar gastos del Club Patín Macarena. Pero ese dinero no llega, según los análisis de la Policía, y el propio presidente de la entidad Andrés Gullón niega tener constancia de este acuerdo.
Es más, según su testimonio, en marzo se reunió con el distrito y con el propio Seoane para pedir el dinero comprometido por el alcalde. Le indicaron entonces que había una partida de 42.000 euros y que el Ayuntamiento se encargaría de buscar el resto. Además, el distrito se quedaría con el control de las cuentas. A raíz de esta negociación, según el propio Gullón, en mayo recibe un talón de 24.000 euros del distrito Macarena que le entregó en mano el ex director del distrito y condenado por las facturas falsas, José Marín, quien llevó “la voz cantante” en todo el proceso.
Martín volvió a ser protagonista en una reunión posterior en Mercasevilla en septiembre. Esa cita es, según Gullón, su primer contacto con Larena 98. Allí estaba, además, el ex edil José Antonio García. De ahí salieron el compromiso de Larena 98 de abonar 120.000 euros en concepto de patrocinio al club que pasaría a llamarse Larena Distrito Macarena, un cheque de 6.000 euros y una nueva cuenta que se abrió en septiembre en la que entra también Marín como titular. Fue el único dinero que el club recibió realmente de la empresa constructora que, a partir de ese momento, se negó a abonar las cantidades aludiendo, según Gullón, a negociaciones en marcha.
Poco después, y sin haber comenzado la construcción de las naves por motivos legales y problemas administrativos, según su representante, Larena 98 dejó de pagar el canon que tenía con Mercasevilla y perdió el contrato en favor de Sando. Recibió una indemnización, pero insuficiente, según su presidente, en relación con los gastos y pagos que tuvo que afrontar y sobre todo por las consecuencias que tuvo aquello. Poco después, el suelo de Mercasevilla saldría a concurso y Sando lo ganaría, entre otros factores, porque tenía derechos ya adquiridos en los terrenos
