Todo es cuestión de organizarse.
El inconveniente más habitual a la hora de viajar es tener el DNI o el pasaporte caducado. Por ello, y con la Navidad a la vuelta de la esquina, la comisaría de Blas Infante ha previsto un nuevo horario para acelerar las colas y evitar disgustos de última hora hasta el 18 de enero.
Un diagnóstico de la jornada de ayer podría ser: no apto para gente con prisas. La primera toma de contacto del nuevo horario aprobó por los pelos. Las colas iban despacio, pero la gente era comprensiva. Desde las 8.30 horas de la mañana, un grupo reducido debatía la nueva medida, mientras abrían las puertas de la comisaría. "No sé si reducirán las colas, pero hay gente que ahora sí podrá venir... Algo es algo", afirmaba Rocío Angulo, jubilada.
Pero donde se cocinaba todo era en el interior. Los administrativos contestaban al teléfono recordando que no había cita previa, vigilaban a alguna anciana distraída, rezaban para que el sistema de internet volviera a los ordenadores y acudían al salón que hay justo en la entrada de la comisaría para formar dos tramos: primero el de los números asignados por la mañana, donde estaba Librada García. "He venido a las 9.00 de la mañana y me encuentro con el pastel: ya no había números hasta por la tarde".
Y el segundo formado por los que todavía esperaban a que les asignaran el suyo. "Debería ser como en la ITV: pides cita y ya está", sentenciaba con humor Juani Ponce que, llevaba desde las 15.30 horas y le habían dado el número 111.
