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La joven Francesa acusada de espionaje en Irán va camino de París

el 16 may 2010 / 08:30 h.

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La joven francesa Clotilde Reiss acusada de espionaje en Irán, va hoy en avión de vuelta a París, donde le espera el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

El Elíseo anunció a primera hora de la mañana en un comunicado que Reiss había subido en un avión oficial francés en Dubai -a donde llegó en un vuelo de la compañía comercial Emirates desde Teherán- y que se dirigía a Francia.

La presidencia de la República también indicó que recibirá a la joven estudiante de 24 años, al igual que a su familia, en el Elíseo a las 13.00 locales (11.00 GMT).

Las autoridades iraníes le devolvieron ayer el pasaporte y le dejaron salir del país después de dictar contra ella dos penas de cinco años de prisión, inmediatamente conmutadas por una multa de unos 230.000 euros, cantidad que coincidía con la fianza que se había abonado a su salida de la cárcel el 16 de agosto.

Reiss, que según el tribunal que la juzgó había participado en las manifestaciones de junio de 2009 contra el régimen iraní, fue detenida el 1 de julio cuando iba a volver a Francia tras haber terminado un curso en la universidad de Ispahan y encarcelada durante mes y medio.

Después y hasta ayer había estado en régimen de arresto domiciliario en la embajada francesa de Teherán, mientras se buscaba una salida a su caso, que ha estado envenenando las relaciones entre Irán y Francia desde hace diez meses.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, había vinculado en septiembre la posible liberación de la estudiante francesa con su intercambio por otros iraníes detenidos en Francia.

La respuesta, aunque oficialmente no se ha reconocido así, empezó a llegar el pasado 5 de mayo, cuando el Tribunal de Apelación de París rechazó por falta de pruebas la demanda de extradición de Estados Unidos, que reclamaba al ingeniero iraní Majid Kakavand, acusado por Washington de participar en el programa nuclear del régimen de Teherán.

Kakavand que el viernes pudo volver a su país, desde donde agradeció la "independencia de la justicia francesa", había sido arrestado en Francia el 20 de marzo del pasado año a petición de Estados Unidos, que lo vinculaba a la violación del embargo a Irán sobre materiales sensibles.

En concreto, este ingeniero de 37 años era sospechoso de haber comprado a empresas estadounidenses, a través de una sociedad pantalla de Malasia componentes electrónicos e instrumentos de medida que pudieran utilizarse en el programa nuclear iraní, que buena parte de la comunidad internacional considera que tiene como objetivo dotarse de la bomba atómica.

La segunda pieza del contencioso es Ali Vakili Rad, encarcelado desde hace 18 años en Francia, donde fue condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1991 en París del último primer ministro del Sha de Irán, Chapur Bajtiar.

El próximo martes, el Tribunal de Apelación de Penas debe pronunciarse sobre la demanda de liberación condicional de este hombre, una decisión que depende de una orden de expulsión de Francia que debe firmar el ministro del Interior, Brice Hortefeux.

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