Domingo Enrique Castaño, exasesor municipal del PSOE encarcelado en la última rama del caso Mercasevilla, ha salido hoy de prisión tras abonar los 60.000 euros de fianza que la ha impuesto la juez del caso.
La jueza Mercedes Alaya prorrogó ayer por quinta vez el secreto de sumario que afecta a la operación Madeja, abierta para investigar si el exdirector de Vía Pública y exasesor del grupo municipal socialista Domingo Enrique Castaño recibió dádivas de las empresas Fitonovo y Fiverde a cambio de la concesión de contratos de mantenimiento. La ampliación del secreto es por un mes más, por lo que la causa entra en su sexto mes vetada a las defensas. Según explicaron ayer fuentes del caso, en un auto notificado ayer a las partes decidió prorrogar el secreto, que fue dictado por primera vez en julio de este año, después de que la Guardia Civil detuviera a Castaño y a su esposa, la abogada Ana María Vaquero; así como al administrador de la empresa Fitonovo, Rafael González Palomo, y del exadministrador de Fiverde Ángel Manuel Macedo. Pese a lo prolongado en el tiempo, enfila el sexto mes, a las fuentes no les cogía por sorpresa el hecho de que la jueza dictara la quinta prórroga del secreto, entre otros motivos, por la complejidad de la misma.
En julio, Alaya tomó declaración a los cuatro detenidos, tras lo que decidió enviar a prisión a Castaño, el único que ingresó, aunque a mediados de agosto salió en libertad provisional tras hacer frente a una fianza de 60.000 euros, impuesta por la Audiencia Provincial de Sevilla, que estimó el recurso presentado por su letrado contra el auto de prisión. La jueza imputa a Castaño los presuntos delitos de cohecho, prevaricación, blanqueo de capitales y fraude y exacciones ilegales. Asimismo, le impuso una fianza de responsabilidad civil de 7,6 millones de euros.
En su declaración, el administrador de Fitonovo llegó a decir que entre los años 2005 y 2006 entregó un sobre con 30.000 euros a Castaño y que le dijeron que era para el PSOE. Además, señaló que el dinero entregado no era a cambio de nada, porque además los contratos ya estaban dados. También dijo que entregó a Castaño siete teléfonos móviles para que los repartiera. Además de los cuatro detenidos, están imputados la mujer del administrador de Fitonovo, Pilar Baró, y el responsable de una gestoría que le llevó las cuentas a esta empresa.
