Desde que un test reveló que en los calabozos de la Jefatura había paquetes que no eran de droga hasta que el informe que alertaba de un robo estuvo sobre la mesa de la juez pasaron dos días, que están siendo analizados minuciosamente para ver si en ese tiempo pudo cometerse alguna irregularidad o si se siguieron las rutinas policiales habituales.
La juez quiere saber cuándo conocieron exactamente el robo los tres jefes de la unidad antidroga imputados el viernes y si hicieron gestiones al margen del control judicial durante estos dos días o si incluso pudo haber alguna indagación anterior. El inspector jefe y los dos inspectores aseguran que sus gestiones fueron las imprescindibles para saber qué ocurría, porque en principio no podían imaginar que se hubiera dado un cambiazo como el que al final resultó que se había producido. Cuando un análisis dio negativo, un jueves, creyeron que había un error en la toma de la muestra o en el etiquetado de los alijos custodiados. Por eso miraron otro paquete, y al resultar también de yeso y talco, informaron verbalmente a sus jefes ese día, el viernes. La juez recibió un informe escrito el lunes, cuando los responsables de la Udyco acudieron al juzgado por si hacía falta realizar aclaraciones.
La juez de Instrucción 19, Ana Cristina Escribano, levantó ayer el secreto de un sumario compuesto por 5.000 folios, que incluye decenas de grabaciones telefónicas, testimonios y datos de los 16 meses de investigación, entre ellos los que originaron las sospechas sobre los tres mandos.
Entretando, los jefes antidroga siguen siendo férreamente defendidos por sus compañeros, que insisten en la presunción de inocencia. "No hay un policía que lleve 15 años de carrera y no haya sido imputado alguna vez por algo, hay que confiar en que la juez y el fiscal verán claro que no hay ninguna irregularidad", decían ayer personas cercanas a los agentes. El sindicato al que pertenecen, el SPP, ha ido más allá al acusar a Asuntos Internos de haber "cometido graves errores de investigación" y haber llegado a conclusiones "que no hacen más que enfangar el asunto".
La investigación del robo de los 150 kilos de cocaína y heroína llevó a la detención hace mes y medio de un policía que trabajó en la Udyco y dos traficantes, que siguen en prisión imputados como autores materiales de la sustición de la cocaína por ladrillos de talco y yeso y la heroína por cacao, mientras que la mujer del ex agente está libre bajo fianza, imputada por blanqueo.
«Informaron a sus jefes inmediatamente»
Frente a las sospechas de la juez, la defensa de los tres jefes de la Udyco imputados asegura que éstos se declararon el viernes inocentes de cualquier cargo, asegurando que informaron “inmediatamente” a sus superiores en cuanto supieron que se había producido el robo de droga, y luego colaboraron siempre en la investigación de Asuntos Internos. Precisamente, en los pasos que dieron los agentes cuando detectaron anomalías en el almacén está la clave de la investigación sobre ellos, aunque fuentes cercanas al caso afirmaron ayer con contundencia que “todo lo que hicieron tiene justificación”.Ya el sábado, la letrada de los tres agentes explicó que cuando se dieron cuenta que en los almacenes se había manipulado la droga pensaban que se trataba de algún tipo de error. “En principio piensan que se trata de un error, y están haciendo no averiguaciones, pero sí comprobaciones para ver si se trata de un cambio en las etiquetas o un error en el almacenamiento, pero en absoluto piensan que sea una sustracción de drogas”, señaló. Lo que sí parece tener claro la juez es que los agentes no sabían quién había robado la droga, pero una vez detectado el delito señalaron a Asuntos Internos a Lars S.M., el ex agente de 35 años que está en prisión imputado por tráfico de droga.
También está descartado desde un principio que los tres jefes de la Udyco hubieran colaborado en el robo, ya que de lo contrario hubieran sido imputados por tráfico de droga y no “por conocer los hechos y no ponerlos en conocimiento” de la juez.
Los tres imputados están en libertad sin fianza ni otras medidas cautelares, y continúan trabajando en sus puestos de la Udyco.