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La jungla televisiva

Un conocido periodista de mucho peligro, al justificar el negro panorama económico que se le avecina al mercado televisivo concreta sus tres enemigos del medio: la publicidad en la TV pública, cuya desaparición propugna.

el 15 sep 2009 / 20:04 h.

Un conocido periodista de mucho peligro, al justificar el negro panorama económico que se le avecina al mercado televisivo concreta sus tres enemigos del medio: la publicidad en la TV pública, cuya desaparición propugna. El favoritismo de los gobiernos a los de siempre, es decir, al grupo PRISA y la amenaza de creación del Consejo Audiovisual.

Hablemos de esos tres asuntos. Nunca se hace más necesaria una TV pública que cuando la oferta privada se incrementa porque alguien sin fin de lucro mercantil tiene que levantar la bandera del servicio público compitiendo con todos y ofreciendo una programación de calidad sin sumisión al mercado. Pero luchando por la audiencia y fomentando la creación y el tejido empresarial autóctono. Si no se alcanzan estos objetivos es mejor cerrar. Los privados lo que quieren es que cierren ya para repartirse los despojos y eliminar a un competidor. Y que los parámetros de calidad los marquen ellos, es decir, nadie.

La tendencia de los gobiernos a beneficiar a medios afines es más perceptible cuando el que gobierna pertenece al mismo bando que los grandes medios y en España no son mayoría los de izquierda. Por tanto, si nos ponemos a satanizar saldrán perdiendo los amigos del periodista que reclama la neutralidad que él no practica. Ya lo que resulta más cantoso es lo de la desaparición de los consejos audiovisuales. Es un ejercicio descarnado de pretensión de impunidad. Aquí que no somos más demócratas que nadie no se ha creado la autoridad audiovisual estatal que rige en todo el mundo civilizado sin que los medios se hayan rasgado las vestiduras. Los desmanes televisivos no hacen sino demostrar a diario la necesidad de dicha autoridad. Pero este periodista no desea rendir más cuentas que ante dios y la historia sin límites éticos que no es su especialidad precisamente. Teme que alguien ponga límites a sus inmorales linchamientos de personas e instituciones que no se plieguen a sus muy arbitrarias reglas.

El futuro de la televisión es complicado incluso con altos riesgos pero las recetas de éste son peores que la enfermedad.

Abogado

crosadoc@gmail.com

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