La Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco inauguró ayer su nueva sede en la Casa Murillo. Este organismo pagaba en alquileres 117.000 euros al año -89.000 euros por el edificio que ocupaba como sede central en la Avenida de la Borbolla y 28.000 euros por las naves que empleaba en Hytasa para la producción de espectáculos-.
Desde ayer, la Consejería de Cultura se ahorra estas cantidades gracias a la mudanza a este edificio del siglo XVII -propiedad del Estado, pero de gestión autonómica- y también al cambio de ubicación de su centro de producción y recursos -hasta ahora en unas naves del Polígono Hytasa- a la desacralizada iglesia de Santa Lucía, antiguo Espacio Iniciarte.
El consejero de Cultura, Paulino Plata, presentó ayer la nueva sede, que permanecerá abierta al público de 9 a 15 horas y que pretende aprovechar su situación en pleno barrio de Santa Cruz para potenciar la explotación turística del flamenco. Para ello, cuenta con una tienda con todas las publicaciones de la Junta dedicadas al flamenco, una biblioteca, una sala de exposiciones y una sala de proyecciones.
También se han trasladado dos puntos de información de flamenco, donde el público podrá consultar fondos documentales y audiovisuales del Centro Andaluz de Flamenco.
La primera exposición que alberga la agencia está dedicada a Pastora Pavón La Niña de los Peines. Muestra parte de sus registros sonoros, declarados bien de interés cultural (BIC), así como portadas de discos, fotografías y carteles promocionales de algunos de sus recitales. Además, la familia ha cedido para la ocasión algunos objetos personales. La joya de la muestra son una bata de cola diseñada por la cantaora y un broche que usaba en sus actuaciones para sujetar su mantón.
El consejero pasó de puntillas por la polémica elección de la nueva sede de la agencia, que ocupa un edificio que su antecesora en la consejería, Rosa Torres, tenía reservado para un museo sobre Murillo.
Este proyecto, que estaba diseñado, presupuestado y contaba con un responsable, ha sido descartado e incluso menospreciado por el nuevo consejero, que lo consideró poco adecuado para este inmueble.
En este sentido, Plata afirmó ayer que "esta casa tiene una larga historia de desocupación" y subrayó que se trata de un lugar que ofrece una distribución idónea para su nuevo cometido. Además, resaltó que no tendrá sólo usos administrativos, sino que los ciudadanos también podrán beneficiarse de las actividades que se organicen.
Plata también echó mano de la crisis para explicar este traslado: "Los tiempos obligan a la austeridad, a apretarse el cinturón y buscar el máximo ahorro y la racionalización del gasto". En este edificio se expone el expediente del flamenco a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
