Ni la falta de suelo ni la escasa implicación de algunos ayuntamientos. El "único escollo" que puede amenazar la cifra de VPO prevista para la legislatura es el cierre del crédito bancario. El consejero de Vivienda, Juan Espadas, avanzó que su departamento estudia con las cajas "nuevas posibilidades" para asegurar la financiación.
"2008 ha sido uno de los mejores años para la VPO en Andalucía". Espadas se mostró "satisfecho" porque los datos arrojados ayer por el Ministerio de Vivienda sitúan a Andalucía como la segunda comunidad, por detrás de Madrid, donde más pisos protegidos se han impulsado. El año pasado se iniciaron 15.795 VPO -un 25% más que en 2007- y se terminaron 10.287, un 13,4% más que en el ejercicio anterior. Pero las casas de protección oficial no escapan a las dificultades de liquidez. El consejero aseguró que el cierre del crédito sigue existiendo y que, de hecho, es ya el "único escollo" para la VPO. "Es el único problema para conseguir que de verdad cerremos la mejor legislatura", explicó. El Plan Concertado de Vivienda y Suelo 2008-2012 fija un objetivo: que a final del mandato, cuatro de cada diez pisos construidos en Andalucía sean protegidos.
¿Cuándo se atisbará la normalización de los préstamos? El consejero evitó esta vez dar una fecha aproximada y dijo que su departamento "forma parte del entramado global de necesidades financieras". Desde el Gobierno andaluz insisten en que, pese a haber firmado un convenio con 33 entidades que se comprometieron a aportar 9.500 millones para financiar la VPO, son los bancos los que tienen la última palabra a la hora de conceder una hipoteca.
Espadas garantizó que la Junta hace lo posible por "remover este último obstáculo". Uno de los mecanismos puestos en marcha para detectar los casos de bloqueo del crédito son las comisiones creadas con las cajas de ahorro andaluzas. Ayer el titular de Vivienda apuntó que en estas reuniones se están identificando los problemas existentes "promoción por promoción". Una de las soluciones -detalló- es cambiar la tipología de los pisos para adaptarlos a las necesidades del mercado. Por ejemplo, los edificios que se levantaron para la venta destinarlos al alquiler (algunas viviendas con opción a compra), una figura que no requiere de un préstamo bancario. En el caso de que sea el promotor el que se haya encontrado con el obstáculo de liquidez, la Junta -recordó Espadas- puede incluso respaldar financieramente su operación para que salga adelante. El Ejecutivo autonómico puede avalar tanto la compra como la urbanización del suelo para construir VPO. El consejero dejó caer que su equipo estudia "nuevas posibilidades" para garantizar dinero a la vivienda protegida.
Los datos del Gobierno sobre el aumento de VPO chocan con la caída estrepitosa de la vivienda libre en Andalucía. En 2008 se iniciaron 46.302 de estas casas, un 53,6% menos que en 2007. Esta brecha le sirvió a Espadas para reforzar su argumento de que la vivienda protegida, que "significa empleo y actividad", debe ser un "refugio" para el sector del ladrillo, duramente azotado por la crisis.