"Comparezco mirando al frente, con las manos descubiertas ante el pueblo andaluz". Así inició ayer su intervención en el Parlamento el consejero de Empleo, Manuel Recio, que, en plena sacudida por la presunta trama de ERE fraudulentos financiados con fondos públicos, hizo una férrea defensa de la gestión de las ayudas de la Junta, de los procedimientos y los controles.
Recio, que explicó paso por paso cómo se han tramitado las prejubilaciones a más de 6.000 trabajadores, cerró filas con sus antecesores, José Antonio Viera y Antonio Fernández al tildar su gestión de "brillante", y aseguró que habrá mano dura con quienes se hayan aprovechado del dinero público, aunque sean del PSOE. La oposición, en tono muy duro, exigió responsabilidades políticas.
Había mucha expectación en escuchar a Recio que, tal y como reconoció, pretendía ser "pedagógico" y no reveló nuevos datos de la investigación interna que lleva a cabo la Junta porque "no ha concluido". Hasta la fecha, el Gobierno ha detectado 39 prejubilaciones falsas -entre ellos, cinco militantes socialistas- en 12 ERE de la última década.
El consejero dejó claro, tras soportar el rapapolvo de la oposición, que no solo está dispuesto a recibir golpes y preguntó al PP si puede estar seguro de que no hay "intrusos" en los ERE que se firmaron bajo la batuta de Javier Arenas como ministro de Trabajo o militantes populares en los ERE que se investigan.
El ambiente del salón de plenos estuvo muy caldeado -ayer también tomó posesión como diputado socialista Ramón Díaz, que fue asesor laboral de Empleo en la etapa investigada y al que el PP puso bajo sospecha-, sobre todo cuando le tocó el turno al secretario general del PP-A, Antonio Sanz. Llegó a pedir amparo a la presidenta de la Cámara porque el portavoz socialista, Mario Jiménez, le llamó "sinvergüenza", según aseguraron desde el PP.
La oposición arremetió contra el Gobierno en tres aspectos: "nadie se cree que cuatro golfos" se aprovecharan del dinero público sin que ninguna instancia se diera cuenta, "todos los implicados tienen en común el carné del PSOE", y es "inaceptable" que los socialistas veten la comisión de investigación en el Parlamento. "En la Andalucía del paro, unos lo pasan mal y otros se lo han llevado calentito", denunció Sanz. Habló del "saqueo" que han hecho los "amigos" del PSOE, de "corrupción política y económica", exigió dimisiones y pidió la intervención de la Fiscalía Anticorrupción. Los mismos argumentos que por la mañana defendieron los populares en el Congreso en un duro rifirrafe con el Ejecutivo central.
Desde IU, Diego Valderas, acusó a la Junta de "querer blindar" a sus cargos frente a la corrupción. Sorprendió que Ángel Gallego, con un discurso muy suave, y no Mario Jiménez hablara en nombre del PSOE. Criticó que el PP no respete la presunción de inocencia, como en la Inquisición. Recio quiso tranquilizar a los andaluces en el cierre del debate: "Quien la hace la paga y recuperaremos hasta el último céntimo mal utilizado".