Tras meses cerrados a cal y canto, la Junta de Andalucía parece dispuesta a reabrir los solares de su propiedad en la Isla de la Cartuja para que puedan ser utilizados por los empleados del parque científico y tecnológico para aparcar. La bolsa de suelo, que estará a disposición de los trabajadores antes de que finalice el año, supondrá doblar las plazas de aparcamientos que existen actualmente en la isla, pasando de 2.800 a 5.300 y en medio del debate sobre los problemas de movilidad que acarreaba tanto el cierre de estos solares como la implantación de 200 plazas de zona azul previsto para noviembre en la avenida Leonardo Da Vinci. Este anuncio, de hecho, se produjo poco después de que Cartuja 93 hiciera oficial su postura con respecto a la zona azul. Están de acuerdo en que haya parking regulados a través de este sistema, ya que beneficia la movilidad a algunas empresas del parque que requieren de más rotación. Pero no aceptarían tal medida si antes no se reabría previamente los solares que la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA) tiene en la avenida Carlos III, que históricamente se usa como parking.
Dicho y hecho. La Consejería de Vivienda y Fomento emitió un comunicado y deslizó un acuerdo, de fecha 6 de septiembre, entre la Junta y el Ayuntamiento para mejorar la movilidad sostenible en el entorno del parque, en el que se acordó la cesión gratuita y regulación de plazas de aparcamiento en solares titularidad de EPSA antes de 2014. Sin embargo, tanto el Ayuntamiento como la propia Junta advierten que este pacto no está rubricado por parte de los representantes institucionales, de la sociedad Cartuja 93 y de la entidad de conservación del parque.
El origen de que dos semanas después de la última reunión no se haya firmado tal acuerdo puede deberse, entre otros factores, a las reticencias de varias empresas afincadas en el parque científico y tecnológico que no estarían del todo conforme con el acuerdo alcanzado. En el documento acordado no sólo se contemplaba la cesión de los solares de la banda oeste del parque para destinarlo en exclusiva a los trabajadores del parque, sino que la Junta empieza a las empresas interesadas en estas plazas a que realicen un Plan de Movilidad Sostenible para sus trabajadores y presenten estrategias, incentivos y medidas para su aplicación. Desde la propia Consejería de Fomento y Vivienda no pudieron concretar ayer que requisitos o medidas se le exige a las empresas.Eso sí, pusieron como ejemplo gestos como que los trabajadores compartan coche.
Una vez que las bolsas de aparcamiento estuviesen a disposición de las empresas, el acuerdo recoge que será el Ayuntamiento, y en su caso la entidad de conservación del parque, el responsable de la conservación de las instalaciones de acceso, tanto mecánicas como eléctricas y de comunicación, así como de la limpieza, poda, alumbrado, vigilancia y conservación de la pavimentación. El Ayuntamiento también deberá autorizar, con carácter provisional, su uso como zonas de aparcamiento.
Todo esto se produce en medio del debate sobre la zona azul, que genera críticas a partes iguales. Pero, en medio de este proceso, se encuentra el concurso en sí. Aussa, sociedad mixta participada en un 51% por Tussam que actualmente explota el servicio de zona azul, confirmó ayer que ha presentado una oferta, según explicaron fuentes de la empresa a la agencia Europa Press. La duda es si tendrá competidor para un nuevo contrato por un periodo de 10 años y que supondrá un incremento de las plazas del 77%.
