Medel pedía 3.000 millones y Fernández Ordóñez ofrecía la mitad. No hubo acuerdo. Intervención de CCM y hasta 9.000 millones puestos sobre la mesa para rescatar a la caja. Esta ecuación no encaja al consejero Griñán, quien "no entendería" que esa línea de financiación se usara en su integridad.
En el día después de la intervención de CCM por parte del Banco de España, la primera que se acomete en nuestro país en el actual contexto de crisis económica y financiera internacional, la Junta de Catilla-La Mancha, sobre la que recaía la tutela de aquella entidad, cargó contra Unicaja por pedir, a su juicio, excesivas ayudas públicas para absorberla, lo que al final desencadenó en la drástica medida del gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
En Andalucía, en cambio, el Gobierno regional, de idéntico color político que el manchego, socialista, salió en defensa y respaldó la actuación del presidente de la caja malagueña, Braulio Medel, y advertía al antiguo instituto emisor de que "no entendería" que ahora se pusieran encima de la mesa más avales de los que Unicaja solicitaba para emprender la operación.
Y es que las relaciones entre el Ejecutivo andaluz y Fernández Ordóñez se han deteriorado desde el pasado viernes, cuando el gobernador negaba al consejero de Economía, José Antonio Griñán, las ayudas que Medel consideraba necesarias para anexionarse CCM. Aquél habría ofrecido, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, participaciones preferentes, avales y venta de participadas de la entidad conquense, entre 1.500 y 1.700 millones de euros, frente a los 3.000 planteados por el cajero malagueño. Pero ni un euro más. Dos días después, intervención, y compromiso de poner encima de la mesa hasta 9.000 millones avalados por el Tesoro Público, de los que el Gobierno central espera que no se consuma más de un tercio.
En esa decisión del Banco de España habrían jugado dos circunstancias adicionales. Primera, que a la vista de las ayudas que se iban a dar, otras cajas, viendo un trato de favor, habrían manifestado ahora su interés por la manchega, y la situación de ésta no podía aguantar más polémica ni más tiempo. Segunda, que el gobernador estaba decidido a mandar al sector financiero un clarísimo mensaje de firmeza, de que no va a temblarle la mano.
El consejero andaluz, mientras, argumentó la negativa de Unicaja a ese programa de ayudas de Fernández Ordóñez en los problemas de liquidez, que no de solvencia, de CCM, los mismos que, precisamente, han desencadenado la intervención. Y por ellos, Unicaja no podía correr riesgos, pues una operación en principio "buena y bonita" podría no serlo tanto en el medio plazo.
Desde primera hora de la mañana de ayer, varios consejeros de la Junta de Andalucía mostraron su pleno respaldo al máximo ejecutivo de Unicaja, y más cuando le llovían las críticas de José María Barreda, presidente de Castilla-La Mancha.
Dijo Barreda que el control de CCM había pasado al Banco de España por las "pretensiones excesivas" de Unicaja. Ésta, agregó, hacía una valoración de sus necesidades "muy por encima", más del doble, de lo que determinaba el emisor, cuyo informe era "mucho más favorable a la CCM de lo que estimaba la otra entidad".
En el lado opuesto, el andaluz, José Antonio Griñán y el consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, elogiaron el ejercicio de prudencia y responsabilidad de Braulio Medel, quien recibió también el espaldarazo de Manuel Chaves. "Unicaja tiene la obligación y el mandato de defender los intereses de sus clientes", manifestó un Chaves que lamentó el "cinismo" del PP en toda esta cuestión.
Precisamente la entidad malagueña, en una nota a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, daba cuenta ayer de que las negociaciones con la manchega de cara a la integración de ambas habían finalizado sin éxito "como consecuencia" de la intervención decidida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Fuentes de la caja añadían que se había tenido presente en todo momento "los intereses generales de Unicaja y en especial los de clientes y empleados".
Por lo demás, Barreda, al margen de criticar la actuación de Unicaja, atribuyó el problema de liquidez de CCM a la "caída abrupta" de la construcción por la crisis, así como a una "campaña de descrédito, de acoso y derribo de algunos sectores", que no precisó, aunque el PP se dio por aludido. Y según el presidente manchego, el ministro de Economía, Pedro Solbes, le había dicho que el Banco de España no había detectado irregularidades en la gestión de la caja, y recordó que las competencias de supervisión de los gobiernos regionales son "muy limitadas".