La Junta de Andalucía ha dado por primera vez en muchos años un toque de atención a la Iglesia sobre el uso de los templos que están restaurados con dinero público. El consejero de Cultura, Luciano Alonso, abrió ayer en el Parlamento andaluz la que sin duda puede convertirse en una intensa polémica y advirtió a la Iglesia de que no puede cobrar entrada o restringir el acceso a los templos restaurados con fondos públicos. El consejero de Cultura invitó a la Iglesia a abrir un nuevo diálogo y "afrontar una interlocución seria y razonable" que canalizarán con las archidiócesis. Ayer mismo Alonso remitió una carta al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, en la que le emplaza a una reunión para "avanzar en propuestas conjuntas que contribuyan a recuperar el equilibrio necesario entre inversión pública y el disfrute de estos bienes por parte de los ciudadanos". El Cabildo planea estrenar este mismo mes una nueva modalidad de visitas guiadas al templo del Salvador, que incluiría el acceso a la cripta y las azoteas, bajo el precio de 12 euros.
El Gobierno andaluz reconoce que en tiempos de "grandes dificultades económicas" cada euro de dinero público invertido cobra una nueva relevancia. En el caso de la restauración del patrimonio de la Iglesia en Andalucía la cifra no es menor. Según los datos aportados ayer en el Parlamento, la Junta ha invertido en la restauración de 250 bienes patrimonio de la Iglesia Católica en Andalucía la cantidad de 48 millones de euros en casi una década. "Es decir casi 8.000 millones de las antiguas pesetas", enfatizó el consejero para darle a la cifra su justa dimensión. Y no es solo eso. A esa cantidad, insistió Alonso, hay que sumarle el trabajo del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, que ha llevado a cabo la restauración de bienes de hermandades y cofradías y de bienes diocesanos. En el primer caso se contabilizan 73 actuaciones. En el segundo, 162 en programas como el Velázquez y Sevilla, el que permitió la restauración de bienes muebles de El Salvador en Sevilla o el programa Andalucía Barroca y El Giraldillo. El presupuesto, en este caso, es de 4 millones de euros.
La polémica se ha desatado después de que la Iglesia haya decidido cobrar entrada por la visita de la iglesia colegial de Santa María de los Reales Alcázares en Úbeda (Jaén). El templo se reabrió hace un año tras pasar 30 cerrado por obras de restauración. La financiación de esas obras ha sido costeada al 100% por la Junta con un coste superior a los seis millones de euros. La Iglesia ha puesto una cuota por la entrada al templo de cuatro euros, organizada por un empresa dedicada a estos menesteres, y los vecinos de la ciudad han protestado sonoramente ante esa decisión.La polémica política generada por este caso concreto ha llevado a la Junta a tomar decisiones de más calado. El consejero de Cultura fue ayer absolutamente claro en el Parlamento: "Si a pesar de esta importante inversión realizada con dinero público arrecian las quejas de vecinos, visitantes, responsables municipales y ciudadanía en general porque no pueden visitar y conocer muchos de esos bienes, necesariamente tenemos que replantear previamente las condiciones ante la restauración de este patrimonio". La intención de la Junta de Andalucía es que se establezca un mínimo de días y un horario fijo para la visita de estos bienes, "sin que exista posibilidad de arbitrariedad".
La Ley de Patrimonio de Andalucía, cuya última reforma data de 2007, fija en su artículo 14 una serie de "obligaciones" para los propietarios de los bienes restaurados. No obstante, en el caso de templos BIC (Bienes de Interés Cultural) se firma un convenio específico en el que se pactan las condiciones de uso.