Rufino González, al entrar en la reunión.
El verano del Betis es digno de una telenovela mala de guión insostenible y desenlace imprevisible. El episodio protagonizado ayer por su consejo de administración es uno más. Se reunió el órgano sobre el que recae la gestión, y por tanto el futuro, de la entidad de las trece barras y hasta más allá de la medianoche lo único que trascendió era que Rufino González, a la sazón vicepresidente y máximo accionista de entre todos los que conforman el consejo, había sido cesado. Eso es lo que aseguró el protagonista cuando abandonó la reunión, apenas una hora después de que empezase, pero luego regresó “para votar”, según él mismo. Y más tarde volvió a irse, pero he aquí que su cese no aparece entre las medidas adoptadas por el consejo, al menos según el comunicado que difundió el Betis a la una de la mañana, ni más ni menos. Sí aparece en la lista la junta de accionistas exigida por la oposición: será el 29 de noviembre en primera convocatoria y el 30 en segunda. Oliver no consiguió que no se convocase, pero sí logró que sea muy, muy tarde. Apartir de hoy habrá que ver si la jueza Mercedes Alaya interviene de alguna manera.Ocho directivos acudieron a la reunión: el presidente, José León; el vicepresidente, Rufino González; el consejero deportivo, Luis Oliver; el asesor económico, Ángel Vergara; y los consejeros Manuel Castaño, Jaime Rodríguez Sacristán, Antonio Álvarez y Francisco Nuchera, desaparecido desde hace meses pero que asistió al cónclave tras una llamada de Oliver, necesitado de apoyos y votos porque la sociedad que representa, Bitton Sport, no quería que se celebrase ninguna junta antes de que la Audiencia resuelva los recursos de Manuel Ruiz de Lopera y la Fiscalía contra la decisión de Alaya de suspender las acciones de Farusa. La decisión, de hecho, se adoptó por mayoría, no por unanimidad, y además recoge esa salvedad judicial:“Si con anterioridad a la fecha fijada se produjese resolución de la Audiencia en relación con los derechos políticos de las acciones de Farusa, el consejo de administración procedería de forma inmediata a adelantar dicha Junta si legalmente procediese. La fecha ha sido señalada al no existir razón objetiva alguna que aconseje una anterior o posterior celebración”, dice el club. No está de acuerdo la oposición, que quería una junta en octubre como muy tarde.
En cuanto al caso Rufino, a las nueve de la noche salió del estadio y con patente enfado reveló que había sido cesado por “el 90%” del consejo. “Me han cesado. El 90% de la gente se ha puesto de acuerdo y han votado en mi contra”, comentó a trompicones. El constructor ya tuvo varios rifirrafes en el consejo de finales de julio, tanto con Oliver como con Castaño, a pesar de que con este último había llegado a un pacto para derrocar al navarro. Tras aquello, la relación entre ambos se deterioró ya del todo.
La ley concursal.
En el aspecto económico, el consejo va a “iniciar las acciones previstas en la Ley sobre la refinanciación de la deuda y obligaciones contraídas y ya vencidas de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 5.3 de la ley 22/2003”. En otras palabras, el Betis piensa acogerse a la ley concursal en vista de su pésima situación. Esta medida no fue unánime: Oliver y Vergara se abstuvieron.
El consejo tomó más decisiones. La más llamativa es que “por unanimidad” acordó dar la baja al portero Ricardo. También aprobó terminar los vestuarios de la ciudad deportiva. Además, Eduardo Peña se convierte en consejero para ocupar la vacante de José María Blanco.
