I. M. / Redacción
La Junta tendrá que hacerse cargo, como ha pedido el Gobierno de Zapatero, de la prórroga de las ayudas de 420 euros a los parados tras los seis meses comprometidos por el Estado. Ese gasto extra, no previsto por el Ejecutivo de Griñán, tendría que cubrirse en el próximo Presupuesto, ya muy apretado y aún en elaboración.
La pelota está en el tejado de las comunidades. Al menos esa es la intención manifestada por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien en una entrevista con el diario La Razón ha perfilado ya cómo el Gobierno pretende hacer frente a la promesa del presidente Zapatero de ampliar la ayuda a los parados que hayan agotado su prestación. La intención -confirmada ayer por el Ministerio- es que la ayuda se apruebe en los términos originales previstos por el Gobierno de la nación: 420 euros mensuales durante seis meses para los parados que hayan agotado su prestación desde el 1 de agosto. De la prórroga de esta ayuda, prometida por Zapatero a los sindicatos este verano, tendrían que hacerse cargo los gobiernos autonómicos. De ahí la advertencia del ministro Corbacho: "Mi consejo a las comunidades es que ahorren porque cuando se agoten los seis meses de subvención del Estado serán ellas las que deban pagar ese subsidio".
El Gobierno andaluz declinó pronunciarse ayer sobre si está dispuesto o no a asumir esa ayuda. Otras comunidades como Madrid, gobernada por la popular Esperanza Aguirre, rechazó asumir el pago. La semana pasada el consejero de la Presidencia, Antonio Ávila, anunció que Andalucía no complementará los 420 euros. Alegó que, jurídicamente, que las comunidades amplíen esa ayuda tiene un "difícil encaje". La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) había pedido a las autonomías un complemento mensual de 200 euros para que se alcanzara así el salario mínimo. Un extremo confirmado por el Ministerio de Trabajo que, no obstante, avisa: no será posible un complemento, pero sí será imprescindible que las comunidades asuman esta ayuda a partir del próximo mes de febrero.
Este asunto colea ya desde hace siete meses. Fue el todavía presidente andaluz Manuel Chaves quien nueve meses atrás anunció ayudas para los parados que agotaran su prestación. Griñán tomó el testigo y durante su investidura prometió ayudas a las familias con todos sus miembros en paro. Una ayuda que volvió a asegurar que estaba estudiando poco antes de las vacaciones, cuando hizo balance de sus 100 días en el poder. El Gobierno andaluz aseguró que había conversaciones abiertas con el Ministerio de Trabajo para ver cómo se podían articular estas ayudas de forma conjunta. El problema es el déficit de las arcas públicas y el gasto extraordinario de ese tipo de subvenciones. La clave: ¿de dónde sacar el dinero? El Presupuesto andaluz para 2010, aún en fase de elaboración, será muy "difícil" y la Junta ya ha anunciado recortes en todas las consejerías excepto en aquellas partidas vinculadas al gasto social (educación, salud y servicios sociales).
El Ejecutivo autonómico defiende que ya está ayudando de forma extraordinaria a los parados andaluces a través de los programas Memta -dotado con 200 millones de euros en medidas para recolocar a parados de larga duración- y Proteja -complementando con 360 millones las ayudas para inversiones a los ayuntamientos del Plan 8.000 de Zapatero-. El equipo de Griñán pactó con la oposición en el Parlamento ampliar la dotación económica de ambos programas dentro de los acuerdos anticrisis. Un asunto que tendrá también que cerrar con sindicatos y patronal dentro de la concertación. Además el Gobierno andaluz debe definir la ley de renta básica, que también podría costear estas ayudas, y cuyas solicitudes se han disparado.