El Gobierno andaluz no va a reeditar el Plan Proteja, como habían reclamado 24 horas antes los sindicatos y la patronal, y como ayer volvió a exigir la oposición, PP e IU, so pena de presentar una enmienda a la totalidad en los Presupuestos de 2011.
La coalición de izquierdas fue la que amagó con un rechazo frontal a las cuentas del año próximo si no incluyen una partida significativa para renovar el plan que destina fondos de la Junta a los ayuntamientos para que contraten obras y reactiven el empleo en la construcción. Los populares también demandarán un nuevo Proteja en el Parlamento porque consideran que, al suprimirse, se pondrán "en peligro" las políticas de empleo y supondrá una "reducción drástica" de la financiación de los municipios.
Pero la Junta no deja margen a las dudas. "El Proteja", dijo ayer la consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno, Mar Moreno, "ha sido un éxito para contener el hundimiento del sector de la construcción, pero fue un programa coyuntural. En 2011 debe dar paso a otros programas de empleo más estructurales" para favorecer el "cambio de modelo productivo" y atender a jóvenes y parados de larga duración, los dos sectores con más problemas del mercado laboral andaluz.
No es que la Junta crea que la construcción está ya en vías de normalizarse. La explicación es que el Proteja fue un dique contra una crisis sobrevenida, y que ahora toca replantear el modelo económico andaluz desde abajo. El presidente José Antonio Griñán dejó claro durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad que su Gobierno no seguiría alimentando la industria del ladrillo, y que el plan b iba a consistir en derivar a toda esa mano de obra que se había quedado en paro en los andamios hacia otros sectores productivos con más potencial: los servicios, las energías renovables y el medioambiente (que se concretó en un ambicioso plan forestal).
La otra razón de que el Proteja no se reedite es que los Presupuestos de 2011, con 2.000 millones menos que el año pasado, no podrán aguantar una inyección para ayuntamientos de 360 millones -inversión del primer Proteja- o de 225 (segundo plan). Además, pese a la austeridad, las cuentas del año próximo ya contienen una partida exclusiva para los municipios en los fondos incondicionados que se desprenden de las nuevas leyes locales. Al tratarse de un dinero incondicionado que no existía el año pasado, Griñán ya subrayó que este Presupuesto "multiplicará por dos" la financiación local.
El descarte de un tercer plan Proteja vuelve a enfrentar al Gobierno con los sindicatos y la patronal y dificulta aún más la Concertación Social. No ha pasado ni un día desde que los agentes sociales enviaron un mensaje unísono de "firmeza" a la Junta respecto a la necesidad de otro plan. "Sería una gran torpeza si en este momento el Proteja desaparece", avisó el lunes el secretario general de CCOO-A, Francisco Carbonero. Ayer UGT no quiso entrar en valoraciones y Carbonero enfrió el tono drástico del lunes, limitándose a decir que "lo que no puede continuar es un 28% de paro y con muchísima gente que no cobra el desempleo porque dejó de tener prestaciones".
El Proteja, igual que a nivel estatal se ideó el Plan E, permitió a desviar fondos a los ayuntamientos para que reactivasen a las promotoras, reengancharan a los parados del sector e invirtieran en obras de rehabilitación en sus municipios. Ha habido dos programas consecutivos desde 2009, con una inversión total de 585 millones. El primer plan generó 18.000 puestos de trabajo en la construcción -3.000 más de los previstos-, aunque el 35,5% fueron contratos de menos de un mes. El segundo, que se amplió al sector servicios vinculados a programas sanitarios, educativos y culturales de interés municipal, está en desarrollo y se estima que creará 12.490 empleos más.
