Economía

La Junta diseña una estrategia para triplicar la producción de acuicultura

La Consejería de Agricultura constata que las instalaciones están infrautilizadas de manera que, en ocho años, se podría pasar de 7.687 a 20.000 toneladas. Son 114 las empresas dedicadas al negocio, con 55 millones de euros, casi la cuarta parte del valor total de la pesquería generada en esta comunidad.

el 02 may 2014 / 23:30 h.

La Consejería de Agricultura y Pesca ha concebido una estrategia para desarrollar la acuicultura marina en la comunidad andaluza que, en el más optimista de sus escenarios, permitiría hasta casi triplicar la producción existente en el horizonte de 2020, al considerar que las instalaciones actuales están infrautilizadas y, además, aflora un tejido industrial y transformador «consolidado» y un potencial crecimiento en el consumo regional. Un hombre trabaja en unas instalaciones marinas de cultivo de lubinas frente a la costa malagueña. / efe Un hombre trabaja en unas instalaciones marinas de cultivo de lubinas frente a la costa malagueña. / efe En concreto, amplio documento indica que se abren tres posibilidades para esta cosecha de especies pesqueras. La primera apunta a un campo continuista, esto es, que las cosas sigan igual (misma superficie autorizada de cultivos marinos e idéntica estructura empresarial). En ella, hablaríamos de duplicar la producción en los ocho años que discurren entre 2012 y 2020, con 7.687 toneladas de partida (2.802 en instalaciones de tierra y 4.885 en las de mar) y 14.000 de llegada (4.060 y 9.940). La segunda se abonaría al optimismo, marcado por jaulas y piscifactorías adicionales en las zonas de interés, que llevarían a un aumento del 160 por ciento, con 20.000 toneladas. Y, por último, un mar pesimista en el que todo sea negro –las empresas no cumplen sus expectativas de impulso–, y entonces ese tonelaje estaría apenas un pelín por encima (a 7.753 toneladas). A tenor de la redacción de este informe, basado a su vez en múltiples fuentes y, sobre todo, en el qué dicen las propias compañías y la evolución de las mismas, el optimista sería el escenario más probable. «En los últimos cinco años se ha constatado un incremento en la producción obtenida en la zona marina frente a los ubicados en la zona terrestre. Y por ello, manteniendo esta inercia, desarrollando las actuaciones derivadas de las diferentes líneas estratégicas del presente plan y teniendo en cuenta la estimación aportada por las empresas del sector acuícola andaluz, se considera que se podrá alcanzar unos objetivos de producción de 11.400 toneladas para el año 2015 y de 20.000 para 2020», reseña el documento. Con datos de 2012 sobre la mesa, la acuicultura regional está conformada por 114 empresas, un tejido industrial integrado «exclusivamente» por pymes de carácter privado. No existe ni una sola gran compañía: el 84 por ciento son micropymes (plantilla inferior a los 10 trabajadores), otro 13 por ciento lo acaparan las pequeñas (de 10 a 49 empleados) y el 3 por ciento restante atañe a medianas (con hasta 249 operarios). Se trata, pues, de una industria familiar o de muy pocos socios, habida cuenta de que sólo un 3 por ciento pertenece a algún tipo de grupo empresarial. Esas 114 sociedades suman 188 establecimientos de acuicultura. La mayoría explota uno, otras cuentan con dos «y, de manera excepcional, existe una con 4, otra con 8 y una con 54. Sin embargo, de los establecimientos un 50 por ciento no ha arrojado producción, el 18 por ciento mantiene la actividad pero no tienen cosecha y el 32 por ciento no presentan siquiera actividad». En otras palabras: que hay capacidad ociosa, de ahí el potencial de crecimiento. «En general la facturación del sector en la última década presenta tasas anuales positivas, con dos caídas, las producidas en 2005, provocada por la depreciación del precio de la dorada, y 2008, siendo consecuencia de la bajada de la producción y del precio de la dorada y lubina». En detalle, el valor económico generado por la acuicultura marina regional fue de 55,46 millones de euros en 2012 (un 90 por ciento tiene su origen en la producción de engorde y el 10 por ciento restante, en la de preengorde–). Y este importe supone el 23 por ciento de los 231,46 millones de toda la pesquería andaluza –junto con ella, la pesca fresca subastada, congelada, almadrabas–. ¿El empleo? En 2012, el sector generó 720 puestos de trabajo directamente relacionados con la actividad. ¿Y la superficie marina? 8.573 hectáreas. ¿Qué hacer? La estrategia aborda desde la creación de un comité específico de acuicultura hasta la unificación de la dispersa normativa medioambiental para esta actividad, pasando por una legislación concreta autonómica, incrementar la promoción, impulsar la creación de empresas (pymes), declaraciones de interés en más zonas marinas, diversificar la oferta de especies, con procesado incluido, aplicar energías renovables, I+D+I o resaltar el respeto medioambiental. EN DETALLE Tierra y mar. En Andalucía existen dos modalidades de zonas de producción desde el punto de vista medioambiental, que marcan el tipo de establecimientos y de cultivos: zonas de acuicultura en tierra y zonas de acuicultura en mar. Tierra. Las zonas de acuicultura en tierra engloban el 90 por ciento de las autorizaciones y el 91 por ciento de la superficie autorizada, e incluye la zona intermareal y la franja continental costera. Ampliamente representada en la región suratlántica, los tipos de establecimientos se dividen en tres grupos: las granjas de cultivo (65 por ciento), los parques de cultivo (24) y las instalaciones cubiertas (11). Las primeras están integradas por salinas y marismas transformadas y el 88 por ciento se localizan en Cádiz, el 11 por ciento en Huelva y el 1 por ciento en Sevilla. Las cubiertas son centros de producción especializados en algunas de las primeras fases del ciclo vital. Los parques de cultivo de moluscos están repartidos entre Huelva (86 por ciento) y Cádiz (14 por ciento). Mar. En las zonas andaluzas de acuicultura en mar, afloran dos modalidades de establecimientos: unos con cultivo en viveros flotantes para peces en régimen intensivo, y otros con cultivos verticales para moluscos en extensivo. La zona de mar, pese a representar menos establecimientos (10%) y menos superficie autorizada (9%), genera el 60% de la biomasa y el 54% del valor económico de toda la producción en Andalucía. La superficie dedicada a la acuicultura marina en Andalucía asciende a 8.573 hectáreas. Especies. En la fase de engorde –la actividad más importante al concentrar el 81,6% del tonelaje comercializado y el 94,1% de la cifra de negocio–, la lubina aportó hace dos años 29,4 millones de euros, el atún rojo 9,1 millones, la dorada 7,9 millones, el langostino tigre, 0,8 millones, el mejillón, 0,86, las lisas, 0,5 millones, y la almeja japonesa, 0,3 millones, entre otras especies. Asimismo, también existe la producción de algas y microalgas.

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