La Junta estudia unirse a las comunidades que pretenden adelantar la convocatoria de selectividad de septiembre al mes de julio, para que el curso universitario empiece antes. La primera en hacerlo, vía decreto, ha sido el País Vasco, que ha adecuado su calendario universitario al Espacio Europeo de Educación Superior. Asturias, Navarra o Murcia también han empezado a buscar fechas nuevas. El consejero de Economía e Innovación, Antonio Ávila, aseguró ayer que esta propuesta "podrá encajarse" en Andalucía, pero que "primero hay que escuchar a los rectores", informa Efe. En el seno de la Conferencia de Rectores andaluces "se conoce la iniciativa, pero aún no se ha abordado oficialmente".
En última instancia, una decisión así dependería de la Junta, de la Consejería de Economía e Innovación, que dirige Ávila. Pero adelantar las fechas de selectividad de septiembre podría desencadenar un efecto carambola que obligaría a alterar el calendario del curso escolar no universitario, que es competencia de la Consejería de Educación. El calendario universitario ya adaptado al Plan de Bolonia quedaría así: los alumnos de Educación Superior -Universidad y FP- empezarían en septiembre y terminarían en mayo, harían los exámenes ordinarios en junio y los extraordinarios en julio, y no en septiembre. De modo que el Bachillerato arrancaría el 1 de septiembre -en lugar del 15- y acabaría el 15 de mayo.
Fuentes de la Secretaría General de Universidades -dependiente de la Consejería de Economía e Innovación- confirmaron ayer que la propuesta de adelantar la selectividad de septiembre a julio "ya se le trasladó a la Consejería de Educación para coordinar un posible adelanto del curso en Bachillerato". "Hasta que ellos no cierran su calendario escolar, nosotros no planeamos las fechas de selectividad y el inicio del curso universitario", aseguran. Para solventar este problema, algunas comunidades han planteado el adelanto del curso universitario sólo en el 2o, 3er y 4o año de los Grados, evitando mover las fechas del primer curso de acceso para no condicionar el arranque escolar al Bachillerato.
Las conversaciones entre Innovación y Educación no han llegado a este grado de detalle. Cualquier posible cambio no entraría en vigor el curso próximo, porque el calendario escolar de Bachillerato ya está cerrado y aprobado. Para Educación, sería complicado encajar otro adelanto del curso, después del pulso feroz que hace un año mantuvieron con los sindicatos de profesores, reacios a que las clases empezaran tres días antes en Infantil y Primaria. En cambio a las universidades les permitiría solventar los problemas de ordenación académica, tan complejos, que hacen que el periodo de matriculación todavía no esté cerrado en noviembre, cuando los universitarios llevan ya casi dos meses en clase. "Sería deseable una adaptación al Plan de Bolonia, no sólo por criterios burocráticos sino educativos", explican desde la Secretaría de Universidades.
Unificar criterios. En prácticamente todos los países europeos adheridos al Plan de Bolonia, el curso empieza en septiembre y termina en mayo. La semana pasada, se le preguntó al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, por la iniciativa vasca, y éste, ávido defensor de la convergencia de estudios superiores con el resto de países europeos, dio el beneplácito a la medida: "La tendencia es que la universidad comience antes", dijo, pero se mostró reacio a que unas comunidades lo hicieran y otras no, de modo que abogó por debatirlo con todas las regiones. "Es necesario un debate integral sobre el calendario escolar", dijo.
En realidad, el ministro podría instaurar un nuevo calendario universitario a escala nacional dictando un Real Decreto, pero no está en sus planes legislar así. Queda, pues, en manos de las competencias autonómicas. Ayer, la pregunta, por efecto carambola, le cogió por sorpresa al consejero de Economía, que estaba inaugurando el curso escolar en un colegio de Jaén. Ávila se trajo el debate a Andalucía: "Hay que ver don detalle la propuesta del ministro y respetar la autonomía universitaria".
