Llegar a las urgencias de un hospital público y recibir la primera atención, la que determinará la gravedad y la prioridad del caso, en no más de cinco minutos. Ese es uno de los compromisos más llamativos adquiridos por el Gobierno andaluz en un plan de mejora de la atención en urgencias hospitalarias aprobado ayer y que, pese a no tener dotación presupuestaria, se compromete a que no se repitan escenas de colapso en las urgencias con octubre como plazo. Urgencias del Virgen Macarena. / Foto: Javier Cuesta La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, explicó que la implantación de este plan será progresiva. Primero los hospitales Torrecárdenas (Almería), Puerta del Mar, Puerto Real y Jerez de la Frontera (Cádiz); Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena (Huelva); Complejo Hospitalario de Jaén; Regional, Virgen de las Nieves y Virgen de la Victoria (Málaga) y Virgen del Rocío, Virgen Macarena y Virgen de Valme (Sevilla). A partir de septiembre, las medidas se concretarán en el resto de hospitales comarcales. El plan es fruto de los picos registrados el pasado invierno por culpa, según la Junta, de una gripe «muy beligerante». El llamado triaje, la primera clasificación de la urgencia, generalizará un modelo denominado Manchester y que fija cinco niveles de gravedad, con un plazo de atención máximo de cuatro horas para los casos que no sean graves. La consejera admitió que cuando un ciudadano llega a urgencias «lo hace con un elevado grado de ansiedad» y hay que mejorar los tiempos de espera. En las urgencias de los hospitales públicos trabajan más de 6.000 profesionales y se atienden al año a cuatro millones de pacientes. Sánchez Rubio insistió en la necesidad de que en la atención de urgencias «se implique todo el hospital» y además de mejorar los tiempos de atención se comprometió a resolver los problemas de aglomeraciones y a mejorar la comunicación con pacientes y familias. Como novedad, desde las urgencias directamente se podrá derivar a las consultas externas sin necesidad de pasar por el médico de cabecera o tramitar una cita en el centro de salud habitual. Se hará un informe de evaluación de las urgencias de cada hospital, que tendrá que ir acompañado de unas medidas de mejora que tendrán evaluación y seguimiento posterior. El otro gran compromiso del plan es que ningún enfermo sobrepase las 24 horas en una cama o sillón de observación ubicado en urgencias. Ahora mismo la media son 14 horas. Se revisarán los protocolos de ingresos y altas para agilizar las salidas antes de las diez de la mañana y se tratarán de mejorar los tiempos de espera en pruebas de laboratorio o imagen. Otro de los aspectos que se revisará será el transporte en ambulancia y las demoras que en ocasiones se originan por este motivo. Sobre las contrataciones para reforzar los servicios de urgencias, la consejera de Salud evitó adquirir un compromiso expreso y aseguró que se harán según las demandas de cada hospital. El pasado invierno, recordó, se aprobaron de forma extraordinaria 250 contrataciones para aliviar el colapso detectado en muchas urgencias y que la Junta sigue negando y achacando a «picos de frecuentación». La Junta cambiará el sistema de datos de los pacientes para conocer las causas de sus visitas a urgencias, la frecuencia o cuáles son sus médicos de atención primaria. La consejera admitió que existen casos de personas que hacen un mal uso de las urgencias pero descartó el cobro de un copago por mal uso como han propuesto expertos como la Organización Médica Colegial y estudian algunas comunidades autónomas. «No somos partidarios en absoluto de que se penalice o se imponga un copago. No resolvería nada», zanjó la consejera de Salud.