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La Junta justifica sus cuentas con el déficit de Madrid y Valencia

Los votos del PSOE tumban las enmiendas a la totalidad de la oposición.

el 11 nov 2009 / 22:56 h.

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La plantilla del Alcorcón recorre las calles de su localidad en un autobús descapotado.
Las cuentas del Gobierno andaluz para 2010, las segundas arañadas por la contracción de la economía mundial y las primeras de la autonomía que caen de un año para otro, superaron ayer el envite de dos enmiendas a la totalidad: la del PP, que les reprocha que no bajen los impuestos, y la de IU, que critica que no se suban. Hubo 51 votos a favor, 55 en contra y ninguna abstención.

Estos Presupuestos son la herramienta del Ejecutivo para moldear sus políticas y para cumplir con su programa. En un Parlamento con mayoría absoluta, el que debía ser el debate más importante del curso político se convirtió en un juego de situaciones previsibles: se ofrecieron pactos imposibles, se ejercitó el sarcasmo y se reinterpretaron todos los números a favor y en contra.

La Junta defendió que las cuentas estaban hechas "para salir reforzados de la crisis cuanto antes", y para "avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible y competitivo". El PP dijo que eran "vergonzosas", "un atentado contra el sentido común" e "ilegales". Lo primero porque se ahorra "sólo un millón en gasto corriente y se pierden 649 en inversiones reales", y lo último, "porque incumple el capítulo de la deuda histórica que está comprometido en el Estatuto". IU desgranó un discurso más ideológico, que apuntaba a darle la vuelta al modelo productivo con "un gasto más expansivo", lo contrario que plantean PSOE e IU.

La mayor novedad fue el careo entre la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo -que afrontaba su primer debate presupuestario- y el líder de la oposición, Javier Arenas, que se ha pasado las últimas semanas intentando que su adversario fuera el presidente de la Junta. Griñán le había recomendado que no entrase en la dialéctica política, y ésta empezó por hacerle caso. Arrancó con un discurso muy técnico y expositivo, plagado de datos, para finalmente reconocer que "estos son unos presupuestos extraordinarios en una circunstancia extraordinaria".

Las cuentas ascienden a 33.727,7 millones. Son menos que el curso pasado, están infladas con una partida de la deuda histórica que, sobre el papel, aún no existe (484 millones), y con unas expectativas de inversión que dependen de la cofinanciación público-privada, todavía por concretar. Pero en lo que concierne a la previsión de gasto y ahorro, Aguayo defendió que el presupuesto responde a la única pregunta que depende enteramente del Gobierno andaluz: ¿Están bien señaladas las prioridades en el gasto del dinero público? "Hay muchas partidas que caen porque no las hemos considerado prioritarias", repitió más de una vez la consejera.

Arenas y el portavoz de IU, Pedro Vaquero, atacaron esas prioridades desde modelos económicos opuestos, sobre todo en Educación, en Administración, sector público y fiscal y en políticas activas de Empleo.

Pero en las réplicas, con más desparpajo, aunque visiblemente nerviosa, Aguayo preparó una batería de reproches a la oposición usando datos comparativos entre las cuentas andaluzas y los presupuestos de comunidades del PP, Madrid y Valencia, o IU (en coalición en la Generalitat). "No quería entrar en esto por elegancia. Pero cada partida que coja es una perla", dijo. Así, la consejera justificó el déficit y la austeridad, basándose en que valencianos y madrileños estaban más asfixiados, justificó la cofinanciación, recordando que el tripartito catalán ya la había fomentado, y respondió a las acusaciones de "despilfarro" del PP, con ejemplos de "derroche" en Madrid. "Nosotros gastamos cuatro millones en hacer el BOJA, y Esperanza Aguirre, 48". Y eso que Arenas empezó ofreciendo un acuerdo para debatir las cuentas hasta diciembre entre todos. Eso fue antes de que arrancara el combate.
Todo quedó como estaba. El proyecto de ley pasará ahora a la comisión de presupuestos, donde continuará con la negociación de las enmiendas parciales que presenten los diferentes grupos.

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