La mejor defensa es un buen ataque. Eso pensó ayer la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, que dedicó su primera intervención en el debate parlamentario sobre la repercusión para Andalucía de las cuentas estatales de 2011 a defender que, con recorte y todo, el Ejecutivo de Zapatero invertirá un 15% más en la comunidad que la media destinada por Aznar en los ocho años de Gobierno popular. "Leales, rigurosos y realistas" fueron los calificativos usados por Aguayo para defender los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que contrarrestó con los ocho años de "maltrato a Andalucía" del PP. El argumento "no le vale" a IU, que afeó que un Gobierno socialista se centre en "dar confianza a los mercados" y torpedee las políticas sociales. Para el PP, "retrotraerse a 1996" evidencia la falta de argumentos de la Junta para defender los números de 2011.
Durante un debate más en el Parlamento andaluz sobre los Presupuestos Generales del Estado (Andalucía lleva años celebrando este particular rifirrafe dialéctico sin capacidad alguna de modificar o influir en las cuentas estatales), Aguayo alabó el "escrupuloso cumplimiento" con el Estatuto andaluz, al garantizar una inversión del 17,8% en función de su peso poblacional y ser la comunidad que más recibirá. Unos números que el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, cuestionó por los incumplimientos acumulados en la ejecución de las inversiones presupuestadas, que cifró en 5.000 millones desde que gobierna Zapatero. Para Sanz, los PGE son fruto "de la política de sumisión de su Gobierno a Zapatero y del apoyo a un modelo de financiación que perjudica a Andalucía".
"Dejémonos de análisis torticeros que nos ponen como pedigüeños. ¿Qué nos gustaría que fuera más dinero? Pues claro, nos ha fastidiado, pero entendemos que en este contexto lo exigible es la inversión por población y se cumple", subrayó la consejera, que rechazó "complejos y victimismo".
Aguayo apremió al dirigente popular a que dijera claramente "qué le parece mal de este Presupuesto" y si comparte o no la reducción del déficit y el gasto público "que llevan tiempo reclamando" para cumplir con los compromisos de consolidación fiscal. Para ello, reconoció, "habrá que recortar" y no "crecer y crecer" ajenos a las circunstancias. Y, al igual que el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, le instaron a presentar alternativas en vez de sacar "cuatro datos mal contados".
Sin embargo, las únicas propuestas claras se escucharon en boca del diputado de IU, Pedro Vaquero, al que el PSOE llamó a la reflexión por haber recibido las alabanzas del líder del PP, Javier Arenas, tras su intervención:no tocar el gasto social y obtener más ingresos por la vía de la mayor presión fiscal a los ricos y del cambio de modelo productivo.
Al final Sanz hizo suyo los argumentos históricos que al inicio criticó a Aguayo, al señalar que Aznar multiplicó por siete la inversión por habitante en Andalucía (de 52,13 euros en 1994 a 350 en 2004, casi igual que los 357 previstos en 2011). La comparación encrespó al portavoz socialista, que aludió a la diferencia de competencias transferidas y le recordó que "hay que contar a todos los andaluces y hubo 400.000 que no contaron para Aznar".
Jiménez garantizó que si el Estado incumple la ejecución de la inversión, blindada con una cláusula de 900 millones para cuatro comunidades, el PSOE-A recurrirá "dónde haga falta".
