La Consejería de Economía de la Junta de Andalucía enviará en las próximas semanas al Consejo de Gobierno la reforma de la Ley de Cooperativas, que permitirá a este tipo de sociedades adoptar, si bien de manera voluntaria, el voto plural, aquél que otorga más o menos papeletas a cada socio según sea su aportación a la actividad de la empresa, y simplificará y agilizará los trámites a la hora de tomar las decisiones.
Son algunas de las principales claves de la reforma, concretaron fuentes de la Consejería tras comparecer su titular, Antonio Ávila, en el Parlamento regional para explicar el presupuesto de la misma para 2011, y donde además anunció un refuerzo de las ayudas a la economía social.
Con la legislación actual, cada socio tiene derecho a un solo voto en la asamblea de la cooperativa, sea mucha o poca su contribución al negocio común de ésta. A modo de ejemplo, da igual que lleve un kilo de aceite de oliva que una tonelada, un cordero o mil, un litro de leche o un hectolitro. Este sistema democrático, característico de las cooperativas y sociedades laborales, trae consigo dos pegas. La primera, la lentitud en la aprobación de las estrategias empresariales y comerciales, freno que no ha lugar en una economía global donde la competencia se come a los lentos. Y segunda, que quienes menos colaboran pueden, sin embargo, obstaculizar a los más emprendedores.
Frente a ello, el voto plural. No pretende la Consejería que sea de carácter obligatorio, sino que dependerá de la empresa, que ha de informar sobre sus virtudes a los cooperativistas. Sí hay previsto el establecimiento de horquillas, es decir, que, en función de las aportaciones, se asigne un número de votos al socio, siempre con flexibilidad y con el consenso de todo el sector, representado por Cepes, Faeca y Faecta.
Se introducirá, asimismo, una nueva figura societaria de la que carecía Andalucía y que posee su principal referente en el gigante vasco Mondragón. Es el grupo empresarial cooperativo, que da cabida a cooperativas de diversas actividades -hipermercados, electrodomésticos o seguros cohabitan en Mondragón-, y que supone un avance sustancial sobre la cooperativa de segundo grado (o cooperativa de cooperativas), tradicionalmente del mismo sector -por ejemplo, la sevillana Oleoestepa, de aceite de oliva-.
En la búsqueda de una mayor agilidad empresarial, las nuevas tecnologías se agregan en los trámites internos -videoconferencia para participar en las asambleas o consejos rectores- y se establece la no obligatoriedad de tener interventores de cuentas -ya existen las auditorías de empresas independientes-. Asimismo, se crea la figura del socio a prueba y, además, se flexibilizan los requisitos para la distribución del beneficio de la sociedad -ahora existen un fondo de reserva y otro para promoción cuyos porcentajes son de obligado cumplimiento- al tiempo que se facilita la contratación del personal.
Esta última iniciativa se orienta especialmente hacia las sociedades de trabajo asociado, cuyos límites a la hora de emplear a trabajadores que no quieran ser socios se eliminarán, medida con la que se pretende no sólo hacer crecer este tipo de sociedades, sino también las plantillas, y darle cobijo a emprendedores que se quieren acoger a estas modalidades de empresas.
Con esta finalidad, además, se facultará a las cooperativas de servicios para comercializar con terceros -es esto es, que no restrinjan su labor a los cooperativistas-. Ésta y la iniciativa contractual anterior constituyen fórmulas para el impulso de las cooperativas de profesionales -por ejemplo, despachos de abogados, arquitectos o consultores, esto es, sectores no tradicionales en este tipo de empresas-. Se modificará también el número mínimo de socios, pero ésta es una cuestión que aún no está concretada por divergencias entre las asociaciones del sector.
Las fuentes de Economía comentaron que, frente a una ley vigente -ha cumplido una década- muy precisa y prolija, donde cualquier cambio exigía modificar la norma -más trámites y tiempo-, la reforma fijará una legislación de principios -más global-, y que se desarrollará vía reglamentos y órdenes.
Un hombre no es un voto
Hace seis años, el ex presidente de Covap, Tomás Aránguez, reclamaba a la Junta de Andalucía un cambio legal que introdujera el voto plural porque, decía, eternizar la toma de decisiones y permitir que socios que apenas aportaban a la empresa frenaran a los más emprendedores impedían a esta cooperativa cordobesa competir en un mundo globalizado. Como la reforma tardaba, Aránguez quiso gestar una sociedad anónima a partir de la cooperativa. Una buena parte de los socios se opuso e, indirectamente, le costó el puesto.
Con la reforma, el Gobierno regional trata de atender tres retos de las cooperativas y sociedades laborales: la innovación, la modernización y la internacionalización (salida al exterior).
En suma, explican fuentes de la Consejería de Economía, "impulsar la competitividad de un sector ya de por sí muy dinámico en un entorno cada vez más globalizado, facilitando la toma de decisiones de este tipo de empresas". La reforma, agregan, dotará a Andalucía de la legislación más avanzada en la materia en España.
Se aprobará antes de que termine la legislatura y se ha consensuado con las organizaciones representativas del sector (Cepes, Faeca y Faecta), que necesitaban y exigían desde hace tiempo un nuevo rumbo.
Los datos
Empresas. La economía social está conformada por 8.079 empresas, de las que 4.565 son cooperativas y 3.514, sociedades laborales.
Empleados. Son 65.130 los trabajadores de la economía social, de ellos 47.474 en cooperativas y 17.656, en sociedades laborales andaluzas.
Ayudas. Ávila anunció en el Parlamento 10 millones con cargo al Fondo de Desarrollo Empresarial para la economía social en 2011, a agregar al mayor presupuesto que ésta tendrá en su historia.