El Gobierno andaluz no quiere caer en la ambigüedad en materia de financiación autonómica: "Las balanzas fiscales no pueden ser el criterio para determinar la financiación de las comunidades". Si lo que pretende Cataluña es eso, dijo, la Junta "no está de acuerdo". "Y nunca se hará", añadió.
Los socialistas catalanes han resucitado en campaña electoral su discurso sobre la financiación autonómica y en el manifiesto electoral con el que se presentarán a las urnas el próximo 9-M defienden que se publiquen las balanzas fiscales -lo que cada territorio recauda y lo que recibe de las arcas comunes- y que el modelo de financiación que pacten con el Gobierno central dé a Cataluña los mismos resultados que el Concierto del País Vasco.
El Gobierno andaluz rechazó ayer este planteamiento. Según su portavoz, Enrique Cervera, a la Junta no les preocupa "excesivamente" que se publiquen las balanzas fiscales, sino que se tomen como criterio para fijar la financiación autonómica que, según recalcó, se acordará en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Ésa es una de las asignaturas pendientes de la nueva legislatura.
Para Cervera, que una comunidad "pida" es "legítimo" y "natural", aunque añadió que contra ese "vicio" está el de "no dar". Y eso cree que es lo que le va a pasar a los compañeros catalanes del partido que sustenta al Gobierno andaluz. "Si lo que quiere Cataluña es que las balanzas fiscales sean el criterio para la financiación, no estamos de acuerdo y nunca se hará, pero ese peligro está bastante conjurado", aseguró Cervera, que advirtió de que "menos conjurado estaría" si Manuel Pizarro fuera ministro de Economía, "conociendo la experiencia que tenida durante los ocho años del gobierno del PP".
El "peligro", dijo el portavoz, es que "un señor que tiene los prejuicios políticos del señor Pizarro sea ministro de Economía. Un señor que cuando habla de Andalucía es para hablar de corrupción y de subsidios, para decir, poco más o menos, que nos dan de comer en vez de enseñarnos a ganarnos la vida".
