La Consejería de Educación acaba de presentar las llamadas becas salario, cuyo objetivo es evitar que los alumnos con menos recursos dejen los estudios al acabar la Secundaria. La Junta pagará 600 euros al mes durante todo el curso a los estudiantes que pasen a Bachillerato o a un ciclo de grado medio de FP, siempre que hayan aprobado todo el curso y que su renta familiar sea muy baja.
El umbral de renta es de los más ínfimos que ha tenido nunca una beca, en parte porque la suma que ofrece la administración es muy cuantiosa (6.000 euros al año) y el nivel de exigencia que se requiere del alumno es muy alto. Una familia con dos hijos tendría que cobrar al año menos de 7.000 euros para poder solicitar esta beca, la mitad de lo que se exige ahora para las becas compensatorias, cuyo objetivo es el mismo: evitar que los hijos de familias con riesgo de exclusión dejen los estudios. La consejera de Educación, Mar Moreno, ha explicado esta mañana que un 5% de los estudiantes andaluces de Bachillerato reúne ahora estas características.
La Junta estima que entre 5.000 y 6.000 alumnos podrán beneficiarse de las becas salario, que podrán solicitarse entre el 1 y el 15 de julio. El presupuesto inicial para sufragar esta medida, una de las de mayor calado que presentó el PSOE en las pasadas elecciones, supera los 30 millones de euros. Sin embargo, Moreno ha aclarado que si al final la demanda de becas excede la previsión inicial de la Junta "estaremos obligados a ampliar el presupuesto".
