De la reunión del Consejo Andaluz de Concertación Local de hoy no cabe esperar consenso en torno a las leyes locales -la que regula las competencias municipales y la de participación de los ayuntamientos en los tributos de la Junta-, a tenor de las declaraciones cruzadas que PP y PSOE lanzaron sobre la posición de sus alcaldes.
La Ejecutiva de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) , reunida la semana pasada, no logró aprobar un dictamen por unanimidad y los alcaldes populares dejaron clara su postura contraria a la redacción actual de las normas por la falta de financiación.
Así las cosas, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, pidió ayer al presidente de la FAMP, el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla) Francisco Toscano (PSOE), y a la totalidad de regidores andaluces, sean del partido que sean, que no acepten un "tragalá" como la Ley de Autonomía Local. Para Sanz, es "una normativa de control político de los ayuntamientos" pues la Junta se reserva "realmente" la última palabra y sólo encomienda a los consistorios la gestión de algunas competencias, sin financiación. Denunció que Toscano hable de la asfixia económica de los ayuntamientos mientras defiende estas leyes.
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE-A, Rafael Velasco, pidió a los alcaldes del PP que den prioridad al "interés general" de sus municipios y respalden las dos leyes normas en vez de utilizarlas como "arma arrojadiza" en la estrategia de "confrontación" de su presidente, Javier Arenas. Velasco insistió en que la voluntad de su partido de lograr el consenso y saber que contarán con el apoyo del 83% de los municipios, pero desconocer que "hará el 17% ciento restante, los del PP".