Consenso fue la palabra más repetida ayer en el foro Encuentros organizado por El Correo y patrocinado por BBVA para debatir las leyes locales. Los partidos quieren que las normas que definirán el nuevo marco competencial y financiero de los ayuntamientos salgan adelante con el máximo nivel de acuerdo, igual que con el Estatuto. Hay voluntad de seguir dialogando hasta que los textos se aprueben en el Parlamento en 2010, un año antes de las municipales, pero el PP avisó de que "no tragará con todo".
El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, ofreció a la oposición un "gran pacto" para sacar la Ley de Autonomía Local y la que dará participación a los consistorios en los tributos de la comunidad del "rifirrafe y la confrontación" política. Eso, aseguró, es lo que "exigen los alcaldes".
El asunto es de tal enjundia que debe quedar fuera de la estrategia "legítima" de cada partido a la hora de "criticar al Gobierno", vino a decir el consejero. "Los regidores exigen que el Gobierno y los partidos estemos a la altura de las circunstancias para alcanzar ese gran acuerdo", insistió Pizarro. El aviso iba dirigido especialmente al PP, el único partido que en el Consejo de Concertación Local votó en contra de los anteproyectos de ley. "Espero que sea una posición de carácter táctica porque no se corresponde con la postura de los populares en la comisión de trabajo en el Parlamento", sostuvo el titular de Gobernación.
En el grupo de trabajo creado en la Cámara los populares se abstuvieron del dictamen final y luego en la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) rechazaron las normas. El PP justificó ese cambio de postura en que el contenido de las leyes diseñadas por el Gobierno andaluz "son menos ambiciosas" que el documento del grupo de trabajo y "no responden a lo que ambicionaba la sociedad". "La Junta ha sacado del cajón la Ley de Cooperación Municipal que elaboró Alfonso Perales y simplemente le ha puesto el nombre de Ley de Autonomía Local de Andalucía", criticó el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, en una de las mesas redondas del foro.
También el líder de IU, Diego Valderas, opinó que los anteproyectos no han reflejado los objetivos que se marcaron los partidos en el Parlamento. Pero los dos dejaron la puerta abierta al acuerdo. Tras enumerar las carencias que a su juicio tienen las normas, Sanz quiso lanzar un "mensaje de esperanza" y se mostró convencido de que el pacto "es posible". "Otra cosa sería impensable". Valderas está "dispuesto" a seguir dialogando e instó al PSOE a negociar durante el mes de enero para evitar que su partido presente enmiendas a la totalidad de las leyes.
Asfixia local
El principal motivo para buscar el consenso es la "presión de los alcaldes", afirmó el dirigente popular. Las cuentas de los ayuntamientos son las mismas, sea cual sea su color político. Los recursos -la mayoría de sus ingresos provienen del ladrillo- han caído a la mitad y la crisis hace más insostenible la asfixia de las corporaciones locales, que viene de lejos. PP e IU coincidieron en que si no se resuelve la financiación de los ayuntamientos, la ley que blindará 29 competencias que actualmente están en manos de los consistorios y cederá otras exclusivas "nacerá muerta". Su mayor reivindicación es que los ayuntamientos participen en los ingresos de la Junta y no sólo en los tributos. PSOE y Gobierno recordaron que el Estatuto marca los tributos. La diferencia es de 33.000 millones de euros a 12.000.
El portavoz socialista en la Cámara, Manuel Gracia, pidió "responsabilidad" al resto de fuerzas para pactar las leyes, que convertirán a Andalucía en la primera comunidad en legislar en materia local. La secretaria general del PA, Pilar González, dejó claro su apoyo a las normas pero advirtió de que no es "incondicionado". Las leyes locales, que ya han sido enviadas al Consejo Consultivo, llegarán al Parlamento antes de que acabe el año, después de ser aprobadas por el Consejo de Gobierno. Pizarro resaltó el "hito histórico" de unas normas que sentarán las bases del modelo local en España y que nacen con "vocación de permanencia". Para la oposición, no servirán para un largo plazo si no son suficientemente ambiciosas.
