En medio de la crispación -movilizaciones incluidas- de las organizaciones agrarias por la caída del precio del aceite de oliva, la Consejería de Agricultura ha pedido al Ministerio español del ramo que tramite ante la Unión Europea permiso para conceder ayudas a quienes retiren producción del mercado.
Por primera vez en doce años, desde que se aprobara, allá por 1998, el actual régimen de ayudas comunitarias al aceite de oliva y desaparecieran las compras públicas (intervención para regular el mercado), la Consejería de Agricultura y Pesca se ha visto obligada a salir al rescate de los olivareros ante el descalabro de los precios. ¿Cómo? Solicitando a Bruselas que active el mecanismo del almacenamiento privado, que no es otra cosa que recibir ayudas para retirar aceite de oliva del mercado.
En un informe, los técnicos de la Consejería reconocen que la cotización en origen (es decir, en los mercados de origen o compras en las almazaras) del oro verde ha ido disminuyendo "hasta comprometer la rentabilidad" de las fincas olivareras. En concreto, el kilo ha bajado de la barrera de 1,9 euros -se vende a 1,868 euros- y está ya muy próximo al valor de referencia (1,779 en el virgen extra, 1,71 en el virgen y 1,524 para el lampante) con el que se activa el almacenamiento privado que contempla Bruselas.
Pero ese mínimo, como ha denunciado en reiteradas ocasiones la asociación agraria COAG, se encuentra desfasado, por cuanto se fijó hace once campañas, mucho ha llovido desde entonces y ni siquiera se ha actualizado conforme a la inflación.
En las últimas semanas, agrega el informe, la gráfica de los precios sigue siendo "a la baja", de ahí que "se haga necesario tomar medidas rápidas y efectivas". Y junto con este abaratamiento, dos argumentos más llevan a la Consejería a plantear la retirada de aceite del mercado. Por un lado, que la cosecha actual -aún no ha acabado la recolección- superará, por tercer año consecutivo, el millón largo de toneladas. Y por el otro, que la demanda nacional "se ha debilitado" debido a la crisis económica, si bien las exportaciones crecen y mengua la importación.
Las cotizaciones actuales, precisan los técnicos, no están justificadas, y en su caída juegan también el cierre del grifo del crédito, que fuerza a las almazaras a vender barato para obtener liquidez y seguir, así, funcionando, y el endeudamiento global que soportan los olivareros y sus crecientes costes de producción.
"Dadas las perturbaciones graves del mercado en esta campaña, se dan las condiciones para activar el almacenamiento privado". En la práctica, guardar aceite, percibir ayudas por ello, reducir la oferta y elevar los precios.
La petición realizada por el consejero de Agricultura, Martín Soler, fue respaldada ayer por la Cámara regional. En efecto, el Parlamento de Andalucía aprobó por unanimidad una proposición no de ley del PSOE que instaba a emprender las gestiones oportunas para así ayudar a los olivareros.
