"Queremos que la ley de Presupuesto contemple todas las posibilidades". La consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, negocia "intensamente" con el Ministerio de Elena Salgado para que las cuentas estatales que llegarán al Congreso el martes y se aprobarán hoy en Consejo de Ministros incluyan una disposición adicional que comprometa al pago de la deuda histórica.
La Junta es consciente de que los presupuestos son extremadamente complicados y de que será prácticamente imposible que el Gobierno consigne directamente 780 millones para Andalucía por este concepto. De ahí que quiera abrir todo el abanico de posibilidades para amarrar su cobro. La intención es que la letra del Presupuesto -en una disposición adicional- considere "de manera expresa" cualquier posibilidad de pago de la deuda "que se ajuste a derecho".
El Gobierno andaluz ya ha expresado su disposición de que parte de la deuda histórica se salde en suelo. De hecho, maneja solares concretos como el de Los Gordales, en Sevilla. Existen equipamientos en otras ciudades. Por ejemplo, explican, suelo de Puertos del Estado que ahora se han quedado en zonas muy céntricas y que ayudarían al Gobierno andaluz a cumplir con sus compromisos de VPO.
Además la Junta adeuda en este momento al Estado 1.400 millones de euros por el descuadre de las cuentas públicas y la caída de ingresos por la crisis. Una cifra para que existe una moratoria y tendría que devolver a partir de 2011.
Las dificultades son serias. En un Presupuesto en el que el Gobierno acudirá a la subida de impuestos para acopiar como sea 15.000 millones de euros, el Ejecutivo de José Antonio Griñán y el PSOE andaluz admiten que el margen es muy estrecho.
Aún así, dicen estar convencidos de que se cumplirá el acuerdo político sellado en Comisión Bilateral el pasado marzo, que cuantificó la deuda en 1.204 millones y que aseguró que el contencioso -como marca el Estatuto andaluz- estaría zanjado antes del 20 de marzo de 2010. Los 780 millones que el Estado debe a Andalucía (se han abonado ya 420) son una gota en un océano cuando Gobierno y Junta se quiebran la cabeza para cuadrar las próximas cuentas públicas.
Y sin embargo es un problema político de primer orden para el Gobierno andaluz, que ya ha visto esta semana como la oposición sacaba la artillería pesada. A la crisis se suma la sensación política del Gobierno de Zapatero de que ya cumplió con creces con las comunidades con el acuerdo de financiación autonómica.
