¿Qué sabe el Gobierno andaluz de la reforma de la ley de cajas que prepara Zapatero? Según la Consejería de Economía y el PSOE andaluz: nada. Y eso que la modificación afectaría directamente a competencias autonómicas. El Ejecutivo andaluz confía en que la cita de Griñán y Zapatero engrase el diálogo en este y otros asuntos clave como la financiación autonómica.
El malestar creció dentro del PSOE andaluz y del Gobierno de José Antonio Griñán a comienzos de la semana pasada, cuando una foto entre los responsables económicos de PSOE y PP, Octavio Granados y Cristobal Montoro, saliendo de un restaurante certificó que los contactos con el principal partido de la oposición para abordar el futuro del mapa financiero están acelerándose en Madrid. En las filas del PSOE-A y el Gobierno autonómico se preguntan cómo es posible que el PP tenga más información que las comunidades sobre la reforma de la Ley de Cajas, pese a que los cambios que preparan desde el Ejecutivo de Zapatero meterían la mano directamente en competencias autonómicas. Andalucía no es la única que recela, Cataluña ha sido más taxativa al mostrar su rechazo a la reforma.
El Gobierno de la nación, a través de su ministra de Economía, Elena Salgado, ha confirmado que espera que el Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB) -frenado por las discusiones políticas- esté listo a finales de mes. La puesta en marcha de ese fondo de rescate (dotado con 90.000 millones) podría suponer, según los borradores que han salido a la luz, limitar de forma considerable el papel de las comunidades en el caso de cajas que requieran dinero público. Si una caja se beneficia de ese rescate, dejaría de existir el veto autonómico a fusiones entre entidades de distintas comunidades.
Ahora mismo la Junta tiene la última palabra. Su apuesta es que la alianzas o concentraciones se produzcan entre cajas andaluzas. Con la reforma, el papel de la comunidad podría quedar limitado a un informe previo, pero el Banco de España daría el dictamen final. En este escenario -tal y como avanzó ayer El Correo- Junta y cajeros han comenzado a mover ficha y se cuece una unión entre Unicaja y Cajasur que daría al traste con una posible unión de la cordobesa con Caja Murcia.
El Ejecutivo de Zapatero no es partidario de aprovechar la creación de este fondo de rescate para modificar a fondo la ley de cajas. Sobre todo, por la guerra política que abriría con las autonomías. El PP presiona a escala nacional para que el cambio legal sirva para rebajar la representación de cargos políticos en las cajas. Junta y PSOE-A se oponen a rebajar el peso de los sillones que elige el Parlamento. En Andalucía aún ningún dirigente popular se ha pronunciado. El PP resolvería así su guerra en Caja Madrid, pero queda aún por dilucidar si el líder andaluz, Javier Arenas, podría convencer a sus representantes en las entidades de que habría que recortar su cuota de poder.
Arenas, con una actitud beligerante en este asunto, anunció que en enero tendría listo un informe de expertos independientes sobre fusiones. Nada se sabe del mismo. Ayer el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, salió raudo al paso de la posible fusión entre Cajasur y Unicaja para reclamar para su ciudad la sede de la futura entidad. "Nunca pondría problemas" a esa operación, aseguró De la Torre, siempre que "refuerce a Unicaja y las aspiraciones legítimas de Málaga a ser sede de cualquier entidad financiera andaluza mayor".
Los socialistas dicen que el clima con el PP andaluz respecto a las cajas es de diálogo y sostienen que ya hay contactos. Los populares no lo confirman.
