Terrenos junto al Estadio Olímpico donde la multinacional Decathlón iba a instalarse. / Estefanía González
El Gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP) sostiene por activa y por pasiva que la Junta solo pretende «fastidiar» sus planes de desarrollo y ya tiene una lista de «agravios» o «palitos en la rueda»: su rechazo al puente junto a la Torre Pelli, a la Ciudad de la Justicia en el Prado, a los cambios en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para hacer un parking en la Alameda y un centro comercial en la Gavidia... y su rechazo a que en los terrenos junto al Estadio Olímpico se puedan ubicar tiendas como la de Decathlón, que ya desistió en 2012 ante tanta traba burocrática. Y es que ese es el resultado de la confrontación política: los inversores se van o ni siquiera llegan.
Como si de un déjà vu se tratase, la historia se repite. En 2012, Urbanismo frenó el proyecto de Decathlón y ahora la Junta rechaza el cambio en el PGOU planteado por Urbanismo para que se puedan abrir tiendas junto al Olímpico. En concreto, según el informe al que tuvo acceso este periódico, la Consejería de Turismo y Comercio ha emitido un informe favorable pero «condicionado a la exclusión expresa de las grandes superficies minoristas en la parcela calificada como sistema general de equipamientos y servicios públicos de carácter deportivo en el recinto del Estadio Olímpico».
Esto es, que «las grandes superficies minoristas no pueden instalarse fuera de suelo calificado de uso pormenorizado de Gran Superficie Minorista, no pudiendo instalarse en ninguna otra calificación de suelo». Una justificación que ha sorprendido al delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, porque en 2012 la Consejería de Cultura y Deporte recriminó la actitud de la Gerencia por no conceder licencia de obra a Decathlón para su instalación en la parcela del estadio Olímpico. Entonces la Junta defendió que las obras se podían autorizar sin la modificación del PGOU que exigía Urbanismo. Ahora, dos años después, cuando el Consistorio tramita tal cambio, la Junta dice que no se puede hacer, que allí no cabe una gran tienda. ¿Antes sí?
Y no sólo la Junta da vaivenes. El Ayuntamiento aseguró a la Sociedad del Estadio Olímpico a principios de 2012 que el proyecto de Decathlón no era «urbanísticamente realizable», y siete meses después, dijo que sí lo era y que empezaba el cambio en el PGOU para ello.
Entre tanto, el 14 de junio de 2012, la multinacional francesa comunicó a la Sociedad Estadio Olímpico que daba por terminada la negociación y por resuelto el contrato de arrendamiento de los terrenos para la construcción de su complejo deportivo (suscrito el 21 de enero de 2010). La razón: «La no obtención de la licencia de obras», pese a sus intentos y las alternativas urbanísticas planteadas. Se perdieron una inversión de cerca de 20 millones de euros y 160 empleos directos. El proyecto incluía tienda, gimnasio de gran capacidad incluso con piscina cubierta y pistas polideportivas, por ejemplo, de pádel.
El delegado de Urbanismo ya explicó a esta redacción en una entrevista que Decathlón ya no está interesado en los terrenos del Olímpico y que, de hecho, cambió de filosofía y ahora busca abrir tiendas más pequeñas en el Centro. No obstante, el equipo de Zoido trabaja para buscar inversores para esos suelos en la Cartuja, de ahí que siguiera con la modificación puntual del PGOU.
Ante este triste panorama de confrontación, Maximiliano Vílchez indicó ayer que está convencido de que la Junta pondrá pegas a la Ciudad de la Justicia en el Prado propuesta por el Consistorio, pese a que «tal y como está conformado el proyecto no hay impacto visual» contra el Patrimonio protegido. No obstante, hay que tener en cuenta que el Alcázar, declarado Patrimonio de la Humanidad, está muy cerca de los edificios judiciales, al igual que la fábrica de Tabacos.
