Junta y Gobierno sellaron ayer el acuerdo definitivo del traspaso del Guadalquivir, con lo que Andalucía se convertirá en la primera comunidad en asumir las competencias de una cuenca intercomunitaria. "Es un día de fiesta del que nos podemos sentir satisfechos", aseguró Manuel Chaves.
Tras un año y medio de negociaciones, la comisión mixta entre la Junta y el Gobierno central acordó en su última reunión, celebrada en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, la transferencia que da cumplimiento a uno de las reivindicaciones históricas de Andalucía y a uno de los artículos claves -junto a la deuda histórica- del nuevo Estatuto autonómico.
"Es un acuerdo cargado de simbolismo -explicó Chaves- porque los andaluces no entendemos Andalucía sin el Guadalquivir, como tampoco el Guadalquivir sin Andalucía. El río ha sido y es el santo y seña de la identidad de nuestra tierra". Este traspaso pone por primera vez todas las competencias sobre el agua de la comunidad en las manos del Gobierno autonómico.
El presidente de la Junta comparó esta situación con la de "hace sólo cuatro años, en la que el Gobierno andaluz apenas tenía competencias para colaborar con los ayuntamientos en materias como depuración de aguas". La entrada en vigor del traspaso de la cuenca el 1 de enero de 2009, pondrá el punto y final a un proceso de descentralización de la gestión hídrica que comenzó para Andalucía en 2005 y 2006 con la transferencia de las cuencas Mediterránea y Atlántica.
"Estamos convencidos de que el río y las aguas van a estar gestionados bien y de una forma directa por la Junta", indicó la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, quien encabezó la comitiva del Gobierno central y que mostró su absoluta convicción en que "el interés general no es privativo del Ejecutivo central porque la Junta de Andalucía también es Estado".
Gran pacto por el agua . Chaves llamó a no conformarse con el mero traspaso de las competencias del río y lanzó los retos que la Junta abordará en el futuro en políticas hídricas, con el Guadalquivir como punta de lanza: "Queremos garantizar que haya agua para todos los usos y que ésta sea de calidad y para esto reitero la propuesta de un gran acuerdo andaluz por el agua en el que estén tanto los sectores implicados como los partidos políticos". Una de las consecuencias de este pacto, señaló el presidente andaluz, será la futura Ley de Aguas de la comunidad, "que integrará la gestión de las tres cuencas que afectan a Andalucía".
Posteriormente, ante unos 200 invitados a un acto con los sectores implicados en el Guadalquivir -regantes, agricultores, sindicatos- en la capilla del Monasterio de la Cartuja, Chaves celebró que se haya cumplido "una aspiración histórica de Andalucía" y anunció un cambio en las políticas de agua para pasar "de un modelo basado en la creación de infraestructuras en otro centrado en garantizar la calidad del agua y en el Guadalquivir como herramienta para crear riqueza y empleo".
