La Consejería de Innovación, responsable en materia de universidades, reconoció ayer que "hay algún indicio" de que el nuevo máster de profesor de Secundaria, Bachillerato y FP "no cumple todas las expectativas". Los decanos de las ocho facultades de Educación de Andalucía han cargado duramente contra sus rectores, a los que reprochan dos cosas: que se les haya excluido de la planificación del máster, cuando son sus facultades las encargadas de formar profesionalmente a los docentes andaluces; y que el máster esté dando más énfasis a los contenidos de las materias que a los mecanismos pedagógicos para enseñar a enseñar.
"Si alguna universidad ha dotado al máster de profesor de más contenidos y menos didáctica, se estará desvirtuando el sentido para el que se creó este título, que es la formación profesional del profesorado de ESO. Hay algún indicio..., pero es necesario acreditarlo. De momento, no tenemos ningún informe en contra de la Agencia Andaluza de Evaluación", explicó ayer a este periódico el secretario general de universidades de la Junta, Francisco Andrés Triguero.
El máster de profesor es el sustituto del obsoleto CAP (Curso de Adaptación Pedagógica) y tiene un valor especial porque, al contrario que el resto de postgrados oficiales, es obligatorio para todo el que quiera acceder a una plaza pública de profesor a través de unas oposiciones. Además, su precio se ha incrementado considerablemente de los 189 euros que costaba el CAP a los 1.626 euros.
Las nueve universidades públicas andaluzas lo empezaron a impartir en noviembre y en octubre ya había más de 10.000 alumnos preinscritos. Triguero recuerda que, antes de llegar a las aulas, el máster fue examinado y la Agencia de Evaluación dictaminó "que los proyectos eran solventes y los medios para impartirlo suficientes". No obstante, advierte de que "una cosa es el papel y otra la realidad del máster y las personas que lo desarrollan". "Si se está produciendo una desvirtuación grave, identificable y acreditada en el máster de profesor, la Junta podría paralizarlo. Se suspendería su desarrollo hasta que se corrigiese esa desviación", asegura el secretario de universidades, "es cierto que los decanos de Educación se han quejado porque, en algunas universidades, ni ellos ni los profesores de Didáctica participan en el máster. Vamos a analizar si esto repercute realmente en la calidad del postgrado, y si es así vamos a intervenir en el menor plazo posible".
Aunque cada universidad andaluza tiene autonomía en la gestión y planificación de sus enseñanzas, el Consejo de Gobierno es quien aprueba y suspende los grados y postgrados. No obstante, Triguero reconoce que "sería difícil paralizar el máster de profesor ahora, porque también tenemos que valorar el hecho de que suspender la implantación en curso podría causar un perjuicio mayor para el alumnado actual". La primera promoción del postgrado, excepcionalmente, podrá ya opositar en verano a una plaza de profesor de ESO.
Pese a todo, las Consejerías de Educación e Innovación están consensuando un escrito de "recomendaciones" en el que se insta a los rectores a "modificar y corregir aspectos de la organización actual de la formación del profesorado de ESO".
