La Delegación de Medio Ambiente se ha propuesto plantar cara al urbanismo descontrolado en los parques naturales de la provincia de Cádiz. Seis viviendas distribuidas en espacios protegidos serán derribadas de forma inminente por haberse construido de forma irregular. La delegada, Gema Araujo, considera que es una medida necesaria para que estos delitos no queden impunes.
Estos seis expedientes son ya definitivos porque cuentan con fallos judiciales que no son recurribles, aunque hay otros muchos que se están cursando por vía administrativa y judicial. "Tenemos algunas construcciones ilegales dispersas en casi la totalidad de los parques naturales, quitando el trocito de Doñana que nos toca en la provincia. En cuanto tengamos los proyectos de demolición y con sentencia en firme empezaremos a derribar", señaló Araujo.
El último derribo de Medio Ambiente se ejecutó la pasada semana en el parque natural de Los Alcornocales donde quedó reducida a escombros una casa de 120 metros cuadrados. Esta actuación fue costeada por la Junta de forma subsidiaria porque el propietario será el que tendrá que asumir los gastos. En este espacio natural están pendientes de demolición otras dos viviendas del término municipal de Tarifa. Un municipio en el que también se tirará de forma inminente otro inmueble situado en el parque de El Estrecho.
Las otras tres viviendas con expedientes en fase de ejecución están en el parque natural de Grazalema, Benaocaz y zonas de servidumbre de protección de los municipios de Barbate y Chipiona. El objetivo de la Junta es restablecer la legalidad vulnerada y recuperar los espacios ocupados de manera irregular.
