La Junta de Andalucía sostiene que, por responsabilidad, seguirá adelante con los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 del Metro -tras tres años de trabajo y 17 millones invertidos en su redacción- pese al cambio de color político del Ayuntamiento de Sevilla. Su hoja de ruta sigue siendo la misma. Por eso la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz Villalón, afirmó ayer que la llegada de Juan Ignacio Zoido a la Alcaldía "no producirá retrasos en el Metro".
Sin embargo, el alcalde electo ya advirtió que será reivindicativo y que quiere un proyecto que cumpla cuatro condiciones: que la red se haga completa, totalmente subterránea, que vaya a los barrios periféricos marcados en su programa electoral y que se ejecuten las obras simultáneamente. Algo que no casa con lo previsto por la Junta. Ante estas diferencias, lo razonable es que se sienten a negociar.
Zoido aún no se manifestó al respecto, pero la consejera sí. "Habrá ocasión -dijo- para comentar algo con el nuevo primer edil de la capital andaluza sobre aquellas competencias que son propias de la Junta y que afectan a la ciudad". No obstante, apostilló que su departamento sigue trabajando con "normalidad con el objetivo de pasar a la segunda fase en este proyecto" del Metro. Es decir, que está en marcha la búsqueda de la financiación privada para la licitación y adjudicación de las obras. De hecho, la Junta tiene previsto que los primeros trabajos arranquen, si encuentra un socio privado, el próximo año. Incluso había marcado algunos tramos prioritarios (como el que une Pino Montano y el Prado, de la línea 3).
Cruz Villalón, en la Feria del Libro, indicó que la Consejería realizó un ejercicio "responsable y técnico" en el análisis de las alegaciones presentadas a los proyectos de las diferentes líneas y que están cerrando los proyectos definitivos, a los que resta el trámite medioambiental tras finalizar el periodo de alegaciones.
Y el camino ha sido largo hasta llegar aquí, sobre todo por la falta de acuerdo, paradójicamente, entre la Junta y el Ayuntamiento, ambos gobernados hasta ahora por los socialistas.
A principios de 2008 empezó la redacción de los proyectos de las tres líneas, pero el trazado no se consensuó con el Ayuntamiento de Sánchez Monteseirín (PSOE) hasta mayo de 2010. En principio, la red no era tan subterránea como quería el Consistorio socialista, lo que acarreó una larga negociación.
En junio de 2010 salieron a información pública las distintas alternativas de trazado y ese verano las juntas municipales de distrito realizaron sus peticiones. El 1 de septiembre acabaron las consultas y en marzo de este año la Consejería -con cinco meses de retraso por el cambio de su titular- resolvió las alegaciones, descartando las principales del Partido Popular, como la mejora del acceso a Palmete o al Polígono Sur (línea 4).
Sobre la petición de Zoido de que las líneas sea 100% soterradas, Cruz Villalón recordó que los anteproyectos aprobados cuentan con un porcentaje de soterramiento en las líneas superior al 80% y que incluso algunas son 100% subterráneas". En concreto, la red diseñada por los socialistas es subterránea en un 92%. Sólo el tramo de la Isla de la Cartuja se proyectó en superficie, en contra de las reivindicaciones del PP y de los empresarios del parque tecnológico.
La Junta incluso aseguró que el trazado propuesto por el PP para la línea 2 por el distrito Este y por Torreblanca hacia Palmete era sinuoso, lo que alargaba el viaje y restaba demanda.
Sobre la línea 3, el PP reclama que en vez de pasar por la ronda Histórica, llegue hasta la Alameda y la Plaza Nueva, algo que la Consejería consideró económica y técnicamente imposible. Además, el PP lleva esta línea de Cortijo de Cuarto a Bellavista y Palmas Altas, para después prolongarse hasta Nuevo Torneo y San Jerónimo.
En total, la red de Zoido costaría 1.500 millones de euros más que la de la Junta, con un presupuesto estimado de 3.225. Y, según los técnicos de la Junta, el teórico aumento de población servida prevista en la variante del PP no influye positivamente en la demanda por el aumento del tiempo de recorrido.
Sobre la ejecución tampoco hay acuerdo. Zoido quiere obras simultáneas y la Junta apuesta por hacerlas por tramos para no colapsar la ciudad.
Monteseirín y Zoido ni se saludan al compartir acto
Primero fue en la Semana de la Industria Andaluza (SIMA 2011) en Fibes y, después, en la inauguración del monumento a la Duquesa de Alba. El alcalde en funciones, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), y el alcalde electo, Juan Ignacio Zoido (PP), coincidieron ayer en dos actos sin que llegaran a saludarse. El ganador de las elecciones del 22-M aseguró que entre ellos "no pasa nada" y que hablaron el pasado lunes. No obstante, no hubo cara a cara, ni saludo ni apretón de manos. Nada.
Zoido restó importancia a esta evidente tensión y apuntó que le pidió que el traspaso de poderes se realice "de la forma más natural y normal posible porque tenemos que dar un ejemplo a la ciudadanía de que se puede discrepar en lo ideológico". El alcalde electo, que dará a conocer su equipo de gobierno el próximo viernes, avanzó que persigue más "eficacia, mejor coordinación y, sobre todo, una planificación que evite la descoordinación de las obras". A su juicio, los pasos soterrados y la propia restauración de los Jardines del Cristina, aún por rematar pese a haberse inaugurado ayer, son ejemplos de esa mala coordinación. Para Zoido, todas las obras "se eternizan en Sevilla", algo con lo que dijo que iba a acabar. Además, subrayó que su obsesión y la de las siete áreas municipales que creará es el empleo, de ahí que quiera lograr un buen "clima" para atraer inversiones. Precisamente para generar empleo, Zoido apostó por mejorar las condiciones de los parques industriales, para lo que aseguró que son necesarios fondos europeos. El ahorro energético, la fibra óptica o la adecuación de servicios comunes son algunas de las carencias de estas zonas, según dijo.
