La declaración de la izquierda abertzale de que la kale borroka (violencia callejera) está "fuera" de su estrategia ha sido recibida de forma desigual. Mientras el parlamentario del PSE-EE Oscar Rodríguez, afirmó que la reflexión supone "un paso", aunque cree que "no es el paso que la sociedad está esperando" y cree que la izquierda abertzale debería condenar esta violencia para tener "credibilidad". El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, estima que la declaración es "un montaje más" para estar en las próximas elecciones, tras asegurar que Batasuna está "cada día más en evidencia" por "su silencio y su incapacidad" para condenar la violencia, y añadió que EA debería analizar esta realidad porque "no ha cambiado nada".
Y es que la reflexión de los abertzales ha caído en saco roto, porque el miércoles por la noche cuatro contenedores de reciclaje, todos ellos de papel, resultaron quemados en la misma zona de Vitoria, unos actos que el departamento de Interior del Gobierno vasco atribuyó ayer a la violencia callejera.
Homenaje. Por otra parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez que prohíba el acto previsto para mañana sábado en Barcelona para celebrar la liberación de Laura Riera, una colaboradora del comando Barcelona de ETA, al entender que su finalidad no es otra que la de la "adulación pública" de la banda. Así consta en el escrito presentado ayer por el fiscal Marcelo de Azcárraga ante el juez Pablo Ruz, que el pasado lunes ya abrió diligencias para investigar si ese acto supone enaltecimiento del terrorismo.
Respecto a la manifestación del día 27 en la Aste Nagusia (Semana Grande) de Bilbao, el Gobierno vasco ha decidido cambiar el recorrido para que no afecte a los festejos y evitar disturbios.
