Una docena de mujeres de ex mineros de Boliden partieron ayer desde Cobre Las Cruces hacia el Parlamento andaluz para apoyar la huelga de hambre que mantienen cinco ex trabajadores de la multinacional sueca en demanda de un empleo fijo.
Las mujeres hicieron ayer su primera parada junto a las instalaciones de Matadero del Sur, en el término de Salteras. Su marcha protesta, de unos 30 kilómetros, las llevó ayer hasta La Algaba. Hoy continúan a partir de las 8.30 horas para llegar por la mañana al Parlamento de Andalucía, en Sevilla.
Sin síntomas de cansancio ("éstas son unas leonas", expresó uno de los sanitarios que las acompañaban), estas mujeres compartían ayer su primer bocadillo de media mañana y los recuerdos de diez años de movilizaciones en los que han acompañado a sus parejas desde que el desastre de la mina de Aznalcóllar condenó al cierre del yacimiento que les daba de comer. Así lo recordó Amparo García.
Esta mujer expuso por qué se movilizan: "nuestros maridos piden un puesto de trabajo que ya tienen firmado y no se debería llegar a esto, nuestra ilusión es que esto se acabe de una vez".
Incluso Carmen Martínez, cuyo marido y dos cuñados están en huelga de hambre, confiesa tener "miedo" porque los suyos "van a ir hasta el final, no están ahí para reírse".
Las familias de los 73 ex mineros recibieron el día 11 el primer subsidio de paro tras dos meses sin cobrar... y sin poder pagar bien la luz, bien la hipoteca o el agua, explica la portavoz de las mineras, Loli Guirao. Se trata de mujeres de entre 37 y 47 años, la misma edad aproximada que sus maridos, que constituyen la bolsa de ex empleados de Boliden: demasiado jóvenes para haberse acogido a la prejubilación y demasiado viejos como para empezar de nuevo su andadura en el mercado laboral con contratos mileuristas temporales.
Los ex mineros han venido trabajando desde 2002 de forma discontinua en diversas empresas encargadas de la restauración ambiental del yacimiento clausurado, un empleo pactado con la Junta que se acabó el 31 de diciembre de 2008. Las negociaciones para reubicarlos entre Egmasa y la nueva mina de Gerena Cobre Las Cruces fracasaron el otoño pasado.
Tras acabar su etapa de la marcha protesta, las mujeres de los ex mineros fueron recibidas ayer en La Algaba por su alcalde, José Luis Vega (IU), y pernoctaron en el polideportivo.
