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La letra pequeña del Estatut de Cataluña

El Estatut lleva más de tres años de espera y aún tendrá que esperar más. Tras el último aviso del TC de que su fallo podría no llegar hasta 2010, explicamos las claves del texto.

el 24 oct 2009 / 19:52 h.

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El presidente del Gobierno estrecha la mano a los líderes políticos catalanes tras la votación del Estatut en el Senado.

Si en algo hay consenso en cuanto al Estatut de Cataluña, es en que se ha convertido de una de las patatas calientes de la legislatura. Sin embargo, también lo fue de la legislatura anterior, hecho que pone de manifiesto el retraso que ha acumulado la sentencia que tiene pendiente el Tribunal Constitucional sobre el recurso del PP al texto estatutario.

Más de tres años lleva esperando el Estatut. El pasado 11 de octubre, cuando el fallo por fin se anunciaba inminente, la presidenta del TC, María Emilia Casas, anunció un nuevo retraso de la sentencia. Las discrepancias entre magistrados impiden lograr una mayoría a favor o en contra del recurso, con lo cual la decisión no llegará antes de final de año si hay suerte y, si no la hay, en 2010.

La palabra "nación" en el Preámbulo del Estatut puso de moda la discusión sobre cómo debe denominarse a Cataluña y, por extensión, al resto de comunidades, en su norma institucional básica. "Es el principio del fin del Estado" dijo el PP tras la votación del texto en el Congreso. Y la discusión se extendió por todo el territorio nacional. ¿Nación? ¿Identidad nacional? ¿Autonomía? El debate se ha intensificado hasta tal punto que de la evolución del Estatut ha dependido la redacción del resto de estatutos de las comunidades históricas. Porque, según ellos, "España se rompe", el PP presentó en agosto de 2006 el polémico recurso de inconstitucionalidad.

Además del término nación, los populares alegan que el Estatut pretende ser una "Constitución paralela", que "impone" el catalán como un deber y que la Generalitat se excede en sus competencias, de forma que -dicen- transforma al Estado en algo "residual". Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat cuando se aprobó el Estatut, firma la primera página del texto así: "Hemos demostrado una vez más que Cataluña es fuerte cuando los catalanes expresamos libremente nuestra voluntad". Éstas son las claves, de la A a la Z, del Estatut:

Artículos polémicos. El PP ha recurrido al Constitucional más de cien de los 223 artículos del Estatut, además de una decena de disposiciones. Entre ellos hay al menos 30 casi calcados del Estatuto andaluz, en el que los populares sí los han dejado pasar. Las partes más polémicas del texto son el Preámbulo -que define a Cataluña como una nación- y artículos como el número 6, que establece el catalán como un derecho de los ciudadanos y un deber de los poderes públicos.
 
Bilateralidad. El artículo 210.1 del Estatut consagra la relación bilateral entre Generalitat y Gobierno a través de la comisión mixta de asuntos económicos y fiscales. El Constitucional deberá decidir si la remisión que se hace a la ley orgánica de financiación (LOFCA) basta para salvar los reparos a la constitucionalidad a la bilateralidad financiera Estado-Generalitat.
 
Competencias. Desde la capacidad para decidir sobre la aplicación de la financiación hasta la de establecer el régimen jurídico de una consulta popular, pasando por consumo, comercio y fiestas, gestión de impuestos o acogida de inmigrantes. El Estatut dota a Cataluña de unas competencias exclusivas que -se quejan los recurrentes- dejan al Estado en una posición residual con respecto al Gobierno regional.
 
Defensor del Pueblo. El artículo 78 del Estatut señala que el Síndic de Greuges -el Defensor del Pueblo catalán- supervisará "con carácter exclusivo" la actividad de la Generalitat y de todos los organismos y empresas vinculadas con la Administración autonómica y local de Cataluña. Esa atribución choca con el artículo 54 de la Constitución, que subraya la figura del Defensor del Pueblo en todo el Estado.
 
Estado. "La Generalitat y el Estado se prestan ayuda mutua y colaboran cuando sea necesario..." Es el Artículo 174 del Estatut, un texto que define al Estado español como el "espacio político y geográfico de referencia" de Cataluña. Frases así llevaron al Partido Popular a denunciar durante meses, ante la connivencia del PSOE con el PSC respecto al polémico texto, que "España se rompe".
 
Financiación. La financiación autonómica ha sido el principal escollo para las buenas relaciones entre el Gobierno y la Generalitat, y por extensión entre el PSOE y el PSC, en los últimos meses. Zapatero prometió respetar el Estatut que emanara del Parlamento, promesa que le ha costado intensas negociaciones con Cataluña en materia de financiación autonómica.
 
Generalitat. Así reza el primer artículo del Estatut: "La Generalitat es el sistema institucional en que se organiza políticamente el autogobierno de Cataluña". Y en esta frase está implícita la principal razón del recurso contra el Estatut. El Preámbulo señala que el pueblo de Cataluña ha mantenido a lo largo de los siglos una vocación constante de autogobierno, una afirmación que, plasmada así, deja a la Generalitat -según los recurrentes- por encima del Gobierno central.
 
Historia. Cataluña, junto con el País Vasco, Galicia y Andalucía, es una nacionalidad histórica, definición que se otorga a las comunidades con una identidad colectiva, lingüística o cultural diferenciada del resto del Estado. Logró su autonomía por la vía rápida prevista en el Artículo 151 de la Constitución y por todo ellos el pueblo catalán reivindica su derecho a adquirir las máximas competencias exclusivas.
 
Inmigración. El Estatut de Cataluña introduce la novedad de atribuir a la Generalitat "la competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle en Cataluña [Andalucía también la incluye en su Estatuto]". El Gobierno madrileño de Esperanza Aguirre ya ha apelado al Tribunal Supremo para que se oponga al decreto que hace posible este polémico traspaso de competencias.
 
Justicia. Es uno de los puntos más discutidos del texto estatutario. El Estatut prevé, en su Título III, la creación de un Poder Judicial en Cataluña, de una justicia catalana con perfil institucional propio. Dicho perfil quedaría plasmado en la práctica en el Consejo de Justicia de Cataluña, "el órgano de gobierno del poder judicial" en la comunidad.
 
K. O. El despliegue del Estatut estaba recogido en los programas electorales de todos los socios del tripartito catalán en las últimas elecciones autonómicas y es su principal objetivo esta legislatura. De no conseguirse su ratificación, todos los esfuerzos de los partidos que integran el Gobierno regional caerían en saco roto, además abrirse una brecha entre el Ejecutivo central y el autonómico, ambos liderados por socialistas.
 
Lenguas. Son el núcleo de la discusión y el centro de las críticas populares. El PP cree que en Cataluña se maltrata el castellano en beneficio del catalán, mientras que para los partidos catalanistas la defensa de su idioma ha sido precisamente una baza electoral en los dos últimos mandatos. "El catalán es la lengua de uso normal y preferente en las Administraciones públicas [...] y la lengua de aprendizaje en la enseñanza". Los poderes públicos se comprometen a "proteger el catalán en todos sus ámbitos", promesa que no aparece en el Estatut referida al castellano. El PP también ha recurrido al TC la Ley de Educación de Cataluña.
 
Maragall y Mas. El ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall (PSC) y el líder de CiU, Artur Mas, son los padres del Estatut. A éstos los acompañaron en el camino Joan Saura, el presidente de Iniciativa per Catalunya Verds, y Josep Lluis Carod Rovira, ex presidente de ERC. Durante su redacción y posterior aprobación hubo más de un encuentro en La Moncloa, para malestar de Maragall que acabó abandonando la Presidencia catalana y el PSC. José Montilla, actual president, tuvo que defender el barco.
 
Nación. Cataluña, a través de su Parlamento, se reconoce como nación en el Preámbulo del Estatut. Aunque al quedar fuera del articulado carece de fuerza normativa, el tribunal puede objetar -como hace el PP en su recurso-, que la única nación es la española.
 
Obras públicas. La Generalitat asume unilateralmente las competencias exclusivas en puertos, aeropuertos, carreteras, viviendas y otras infraestructuras de la comunidad. Administración central y regional siguen negociando hoy los traspasos. El PP advierte de que esto permitiría al Gobierno catalán bloquear obras como trasvases, el AVE o una autovía catalana.
 
Puigcercós. El actual líder de Esquerra Republicana (ERC), Joan Puigcercós, fue un actor secundario durante el nacimiento del nuevo Estatut de Cataluña. Sustituye al polémico Carod Rovira y la inminencia de la sentencia ha encendido sus declaraciones. "En estos momentos, si la sentencia (...) es desfavorable, la reacción de mucha gente será la de no discutir por el Estatut o por el TC, sino que demos un paso adelante. Creo que hemos cerrado una etapa, me gusta visualizarlo como un tren que va haciendo estaciones. ¿Cuál es el inicio de la segunda etapa? La construcción (...) y la proclamación de un Estado independiente", afirmó el pasado 15 de septiembre a elEconomista.es. Lo curioso es que ERC hizo campaña en 2006 contra el no al Estatut.
 
Referéndum. Cataluña votó sí al Estatut pero en menor medida de lo deseado por sus grandes partidos, PSC y CiU. Los catalanes avalaron el proyecto de reforma del Estatut con un amplio respaldo al voto afirmativo (promovido por PSC, CiU e ICV) en el referéndum celebrado el 18 de junio de 2006, que superó el 70% de los votos pero la abstención fue de más de un 50%. El voto negativo (promovido por ERC y PP) sobrepasó el 20%. Otro referéndum celebrado el 13 de septiembre de 2009 en Arenys de Munt, esta vez una consulta de carácter privado sobre la independencia de Cataluña, ha resucitado el fantasma del "España se rompe" de hace cuatro años. Según el texto aprobado, tienen derecho a promover la convocatoria de consultas populares.
 
Símbolos nacionales. La discusión sobre la trascendencia de la expresión "símbolos nacionales" utilizada en el Estatut se centra en el artículo 8.1 del texto, que establece que "Cataluña, definida como nacionalidad en el artículo 1, tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta y el himno". El punto 2 del mismo precepto especifica que la bandera es "la tradicional de cuatro barras rojas en fondo amarillo". El punto 3 determina que la fiesta es la Diada de l´Onze de Setembre. El punto 4 añade que el himno de Catalunya es Els segadors. El punto 5 establece que el Parlamento debe aprobar las disposiciones sobre el uso protocolario de dichos símbolos. Y finalmente, el punto 6 fija para ellos la misma protección jurídica que tienen "los otros símbolos del Estado".
 
Tribunal Constitucional. Más de tres años lleva el Tribunal Constitucional deliberando sobre el Estatut. En agosto de 2006 el PP presentó su recurso contra esta norma que ha puesto de manifiesto la fragilidad y la falta de autoridad del órgano judicial. A finales del pasado mes de septiembre la presidenta del TC, María Emilia Casas, anunció que la sentencia podría estar por fin este mes de octubre, pero tan sólo dos semanas después tuvo que volver a anunciar un nuevo retraso: la división en el seno de un tribunal más que politizado hará que el fallo no se conozca hasta final de año como muy pronto. E incluso puede retrasarse hasta 2010 y entonces coincidirá con las elecciones autonómicas en Cataluña.
 
Unión Europea. El texto regula por primera vez la proyección internacional de la Generalitat y su relación con la Unión Europea . Así establece que la Generalitat participará directamente, e incluso podrá presidir, en todas las delegaciones españolas ante la Unión Europea que traten asuntos de su competencia. Además, gestionará los fondos europeos destinados a áreas de su competencia y, si no se pudieran territorializar, participará en su distribución. También establece que la Generalitat y el Estado deben emprender las acciones necesarias para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la presencia y la utilización del catalán en los organismos internacionales y en los tratados internacionales de contenido cultural o lingüístico.
 
Voto. Pese a haber sido recurrido y estar a la espera de sentencia, el Estatut ha sido votado. Primero, por el Parlamento catalán, el 30 de septiembre de 2005 y con el único voto en contra del PP; después, en mayo de 2006, concluyó su tramitación parlamentaria y el 18 de junio del mismo año lo refrendaron los catalanes en referéndum.
 
West Lothian Question. Es una teoría formulada cuando se comenzó a debatir la independencia escocesa por un político llamado Tam Dalyell. Este diputado por la circunscripción de West Lothian se preguntaba por qué los parlamentarios escoceses legislan en Londres sobre temas sólo ingleses o galeses, mientras que ni Inglaterra ni Gales intervienen en las decisiones del Parlamento escocés. Trasladado al problema territorial en España, Dalyell se estaría preguntando si el traspaso de tantas competencias a Cataluña no desequilibra el sistema legislativo español.
 
Zapatero. Su defensa del Estatut fue el primer gran reproche a Zapatero en el Gobierno. El texto le puso en un brete al tener que mantener, al mismo tiempo, la buena relación con el PSC -en la Generalitat-, y con los nacionalistas sin que su imagen pública saliera perjudicada.

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