Le toca. Durante más de 21 días, ha estado aguardando a que llegara su momento. Pero por fin, ha pedido la venia para caer sobre los responsables de la cruel muerte de Marta. Dolía, y era entendible, porque lo que están pasando no tiene nombre, la crítica de la familia hacia los Cuerpos de Seguridad del Estado ante la falta de información. Estos últimos se tienen que mover en el alambre por la investigación en sí y ante la propia presión de los medios de comunicación.
Pero deben, como lo han hecho, permanecer impertérritos, porque un desliz puede dar al traste con toda una labor. No es que la Policía no quisiera dar información. Es que ni podía ni debía hacerlo. Ahora es el momento de sacar conclusiones sobre su actuación, y la que se sigue llevando a cabo, y sus resultados. Los presuntos culpables ya no están en la calle, como hasta hace horas, incluso pidiendo que Marta apareciera. Quien tiene una venda en sus ojos y una balanza tiene trabajo. Le toca.
Periodista
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