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La ley concursal puede tener mucho peligro para el Betis

El Gobierno ya ha aprobado un anteproyecto para reformar la Ley Concursal que empujaría al descenso a todos los clubes que no paguen a sus jugadores, aunque estén en concurso.

el 04 ene 2011 / 22:21 h.

Rafael Gordillo saluda a la tripulación que competirá en la Regata Sevilla-Betis.

El Betis espera que un juzgado de lo Mercantil acepte en cuestión de días su solicitud para entrar en concurso de acreedores y así ganar un pequeño margen en una situación que es de absoluto agobio económico. La petición fue realizada por el consejo que presidía Jaime Rodríguez Sacristán y dirigía Luis Oliver, pero el que salió de la junta de accionistas del 13 de diciembre también entendió que lo mejor era respetar el proceso y acogerse a la ley concursal.

El problema, y ya es casualidad, es que el Gobierno está a punto de tramitar una reforma de la ley que entre otras cosas hará prevalecer la legislación deportiva sobre la mercantil. En otras palabras: los clubes ya no podrán utilizar la ley concursal para dejar de pagar a sus futbolistas sin temor a castigos deportivos. Si a 31 de julio hay impagos, con la plantilla o con el Estado (oseáse, Hacienda), el club en cuestión puede descender de categoría, esté en concurso o no.

El primer paso de esta reforma fue dado por el Gobierno el 16 de diciembre. Ese día, el Consejo de Ministros aprobó el Anteproyecto de Ley de la reforma de la Ley Concursal. En lo que atañe al fútbol español, y al deporte en general, el anteproyecto aporta una disposición adicional, la segunda bis, de "régimen especial aplicable a entidades deportivas". Ahí está el quid de la cuestión. "En los concursos de entidades deportivas que participen en competiciones oficiales, se aplicarán las especialidades que para las situaciones concursales prevea la legislación del deporte y sus normas de desarrollo. En todo caso, la sujeción a la presente ley de dichas entidades no impedirá la aplicación de la legislación deportiva reguladora de la participación en la competición", reza el apartado.

El cambio, como es natural, ha suscitado la lógica inquietud, que no alarma, en el consejo de administración del Betis. El órgano que gestiona el club ha defendido desde el principio que la legislación concursal prevalecería sobre la deportiva, de ahí que asumiese el concurso como un salvavidas que evitaría la catástrofe de un descenso a Segunda B, pero de buenas a primeras se encuentra con que la futura ley (aún pendiente del trámite parlamentario y de ser aprobada en el Congreso, por supuesto) respeta letra por letra las tesis de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

El anteproyecto, de hecho, tiene muy contenta a la AFE y algo disgustada a la Liga de Fútbol Profesional, es decir, los clubes. Pero, al mismo tiempo, el Betis sostiene que la futura ley, si se aprueba, no influirá en su caso, ya que el club puede entrar en la ley concursal en los próximos días, mucho antes de que la ley entre en vigor (si lo hace, será en primavera como mínimo). Y según dicen en Heliópolis, la nueva norma no será retroactiva.
CALMA EN HELIÓPOLIS.
La postura en la planta noble del Villamarín, por tanto, es de calma. "Si prevaleciera el Derecho deportivo, la concursal no tendría sentido", apunta el consejero Eduardo González Biedma.

"El Betis ha sido utilizado por la AFE para mejorar su convenio colectivo, pero la solución para la deuda con los jugadores está muy cercana, hay viabilidad y en breve se podrá presentar un acuerdo", anuncia su compañero Miguel Guillén. Y el presidente, mientras, lo resume así: "La solución es el ascenso, eso sería ver la luz. Con la televisión, con la cantidad de socios nuevos que se conseguirían... Ahora estamos a oscuras, pero el día de mañana, si estamos en Primera, gente solvente apostará por este proyecto", dice Rafael Gordillo.

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