La Ley de Aguas tal y como la diseñó el PSOE podría no aprobarse hasta después del verano, en el nuevo periodo de sesiones. Según informó ayer Fidel Mesa, portavoz socialista en la comisión de Medio Ambiente, pulir de nuevo el articulado -después de que un error de voto de su grupo les llevase a aceptar 29 enmiendas del PP absolutamente contrarias al espíritu inicial de la norma-, puede ser "complejo", por lo que "será difícil conseguirlo para julio". Ayer, la mesa de la comisión se reunió para, a propuesta del PP, solicitar a los servicios jurídicos de la Cámara un informe, que estará listo esta semana, en el que examine si el nuevo contenido añadido por los populares supone una contradicción total con el resto de la ley, hasta el punto de que esa "incongruencia" hace inviable su aplicación. Eso es lo que busca el PSOE, agarrándose al artículo 122 del Reglamento parlamentario, una redacción "armónica" del texto.
Mesa asume que no todos los artículos podrán ser "modificados, alterados o corregidos" según el criterio socialista, ya que parte del nuevo contenido popular "puede no ser incongruente, quizá sí políticamente pero no en el plano técnico o legal", reconoce.
Los socialistas registraron el lunes una proposición en el Parlamento para modificar lo aprobado, se publica en el boletín del hemiciclo y luego se tiene que pronunciar el Gobierno andaluz, pasará por comisión e irá al Pleno "por vía urgente si es posible".
Carolina González Vigo (PP) lamentó que Mesa no acudiese a la reunión de ayer, que no "respete" lo ya aprobado por la Cámara en el pleno del miércoles pasado y que trate de "imponer su ley", cuando son los diputados andaluces "los que han dado el aval a la norma". "Además, nuestras enmiendas le dan coherencia".
