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La Liga Awami de Hasina, clara favorita en los comicios de Bangladesh

La Liga Awami de la ex primera ministra bangladeshí Sheikh Hasina es la clara favorita hoy en las elecciones de Bangladesh, a juzgar por los resultados aún parciales de una votación llamada a devolver el país a la senda de la democracia.

el 15 sep 2009 / 20:32 h.

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La Liga Awami de la ex primera ministra bangladeshí Sheikh Hasina es la clara favorita hoy en las elecciones de Bangladesh, a juzgar por los resultados aún parciales de una votación llamada a devolver el país a la senda de la democracia.

Tras el recuento de los votos correspondientes a 63 de los 299 escaños en disputa, el bloque encabezado por la Liga obtuvo 55, frente a sólo ocho de su rival, el Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP), informó a Efe un portavoz del Ministerio de Información, Surath Kumar Sarker.

La misma tendencia ofrecen los datos no oficiales ofrecidos por los medios bangladeshíes.

La agencia UNB informó de 100 escaños asegurados para la Liga y 20 por el BNP, mientras el portal "Bdnews24.com" dijo que el bloque de Hasina se ha garantizado 126 diputados frente a sólo 18 de la alianza que lidera el BNP y cuatro de otros grupos o independientes.

Jefa del Gobierno entre 1996 y 2001, Hasina es hija de Sheikh Mujibur Rahman, el fundador del partido que lideró la revuelta de los bengalíes orientales contra el dominio político del Pakistán Occidental y los llevó a la independencia en 1971.

Primer jefe de Gobierno del nuevo país, Mujibur fue asesinado en un golpe de Estado en 1975 junto a decena y media de miembros de su familia. Hasina y una hermana se salvaron de la matanza por encontrarse en el extranjero.

La vencedora de las elecciones se ha cuidado de cantar hoy victoria. Un portavoz de su partido anunció en rueda de prensa que la ex primera ministra comparecerá en público mañana.

En nombre del BNP, su secretario, Ruhul Kabir Rizvi, denunció que la formación tiene pruebas de irregularidades "masivas" durante la votación, pero también pospuso para mañana una reacción de Zia a los resultados electorales, según UNB.

Rizvi, que mencionó casos de papeletas falsas, obstrucción al voto, favoritismo de los funcionarios electorales y ataques a seguidores del BNP, recordó que Zia había alertado de la posibilidad de que se produjera alguna "ingeniería electoral".

Según dijo, el BNP ha denunciado ya ante la Comisión Electoral irregularidades detectadas en 185 centros de votación de 42 circunscripciones de todo el país.

Zia había asegurado tras depositar su voto que aceptaría el veredicto de las urnas "sea el que sea, si las elecciones son justas", pero también Hasina cuestionó la limpieza del proceso al mismo tiempo que pedía un traspaso pacífico del poder.

La profunda rivalidad entre "las dos begums", título honorífico con que las conocen los musulmanes bangladeshíes, ha derivado con frecuencia en choques violentos entre sus seguidores.

El último estallido, que se llevó una treintena de vidas, se produjo en el invierno de 2006-2007, cuando el país se preparaba para elecciones tras el segundo mandato de Zia, que fueron suspendidas al imponer el presidente, Iajuddin Ahmed, el estado de excepción.

El régimen interino que se instaló intentó forzar el exilio de las dos mujeres, a las que ha mantenido en la cárcel durante un año bajo acusaciones de corrupción, pero finalmente se rindió a la evidencia de su liderazgo político.

Aunque la ciudadanía -y la comunidad internacional- recibió con alivio el estado de excepción y ha apreciado el retorno a un clima de orden y tranquilidad, así como la campaña anticorrupción emprendida por el Gobierno interino con ayuda del Ejército, también se ha demostrado ávida de democracia.

Ahora queda por ver si el ejercicio de hoy da sus frutos y la perdedora acepta su derrota y deja gobernar a la otra.

"Todos queremos la democracia", constató tras depositar su voto el jefe del Ejército, el general Moeen U.Ahmed, quien confió en que los dos bloques sabrán colaborar para sacar adelante el país.

Para asegurar que la votación transcurría sin incidentes, el régimen hizo un despliegue sin precedentes de 600.000 miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos 50.000 soldados.

"Mucho me sorprendería si los viejos hábitos no vuelven a la superficie bastante pronto", dijo a Efe una fuente diplomática, quien recordó la práctica habitual de obstruccionismo cuando uno u otro partido están en la oposición.

Los resultados reflejan un descenso notable no sólo del BNP, sino también de sus aliados del Jamaat-e-Islami, el principal partido islámico del país, cuyos líderes no lograron asiento en el futuro Parlamento.

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