Este próximo martes, día 22 de abril, puede haber un antes y un después en la historia de nuestro fútbol: la creación de la llamada Liga de filiales. De llevarse a cabo, supondría el espaldarazo definitivo para las jóvenes promesas de los clubes.
La Liga de Fútbol Profesional tiene ya casi listo el diseño de la Liga de filiales, sólo falta la aprobación de la Federación Española de Fútbol. La idea sería ponerla en marcha para la próxima temporada y, por ello, ambas entidades tendrán una reunión este martes en Madrid para intercambiar posturas al respecto.
La competición daría minutos a los que hoy no los tienen, a esos jóvenes valores de las canteras que son ninguneados por sus equipos, y que se ven relegados al ostracismo debido a la llegada masiva de jugadores de otros clubes, de otras Ligas, ya sean españoles o foráneos. También tendrían cabida los lesionados y los suplentes del primer equipo, pero sólo con el único propósito de que vuelvan a coger el tono físico.
La LFP por medio de su presidente, José Luis Astiazarán, designó hace unos meses a Roberto Olabe coordinador del proyecto. El ex director deportivo de la Real Sociedad y del Almería, no ha cesado de mantener reuniones con los clubes para ver si estarían de acuerdo con la propuesta. El resultado de estas conversaciones no ha podido ser más positivo, ya que la mayoría se ha mostrado faborable e, incluso, algunos aportaron ideas para enriquecer la iniciativa.
Pero todo ésto, que pronto podría ver la luz, no es de ahora, sino que es algo que nació hace ya seis años en la mente de Jesús Corera. El encargado del fútbol base de Osasuna comenzó a darse cuenta que los chavales veían frenada su progresión en seco cuando daban el salto de juveniles a Segunda B.
En ese momento todos sus sueños de futuro se venían abajo de un plumazo. Veía que aunque los equipos están obligados a disponer de al menos seis jugadores menores de 23 años en sus plantillas, éstos a la hora de la verdad no contaban para nada, porque la gran mayoría de ellos jugaban menos 14 minutos por temporada. En una palabra... lamentable.
Corera y Patxi Izco, presidente de Osasuna, ya tuvieron entonces un primer acercamiento con la LFP, altamente positivo por cierto. Espanyol, Villarreal, Sporting, Real Madrid, las Palmas y Numancia respaldaron la medida desde el principio con la creación de una comisión que está siendo la encargada de darle forma a esta nueva competición.
Las plantillas -de los filiales de los 20 equipos de Primera y 22 de Segunda- serían de 30 futbolistas, constituidas por jugadores menores de 21 años, y sólo dos o tres plazas podrían ser ocupadas por futbolistas mayores de esa edad. Éstas podrán disponer de un máximo de hasta diez jugadores foráneos, pero cumpliendo, eso sí, con las pertinentes exigencias de edad.
No cabe la menor duda de que si este proyecto funcionase desde hace unos años atrás, los jovenes futbolistas de la talla de Cesc, Arteta y compañía no habrían emigrado a otros países para encontrar su sitio.