La Liga de Fútbol Profesional (LFP) descartó hacer huelga, de momento, en protesta por la subida del IRPF a los jugadores extranjeros (del 24 al 43 %) y optó por formar una comisión de negociación con los poderes públicos para hablar de la aplicación de esta medida y otras cuestiones que afectan al fútbol profesional.
José Luis Astiazarán, presidente de la LFP, anunció el acuerdo unánime de la asamblea, sin necesidad de votación, para formar esta comisión, que integrarán los presidentes de Real Madrid (Florentino Pérez), Sevilla (José María del Nido), Numancia (Francisco Rubio) y Gimnástic (Xavier Salvadó), además del propio presidente de la Liga.
Florentino Pérez, José María del Nido, Daniel Sánchez Llibre (Espanyol), Manuel Llorente (Valencia), Fernando Roig (Villarreal), Carlos Suárez (Valladolid), Eduardo Bandrés (Zaragoza), Carlos de Osma (Xerez), Fernando Sanz (Málaga) y Ángel Torres (Getafe) fueron los máximos dirigentes de Primera que acudieron a la sede de la Liga.
Francisco Mendoza (Recreativo), Xavier Salvadó, José Gusó (Girona) y Roig (Villarreal B), de Segunda División, completaron la nómina de presidentes que asistieron. Seis clubes de Segunda no tuvieron ninguna representación, pero delegaron su voto. Real Unión, Elche y Rayo Vallecano en Astiazarán; Huesca y Cartagena, en Javier Tebas, vicepresidente primero de la Liga; y el Castellón, en el Salamanca.
La ausencia más destacada fue la de Joan Laporta, quien lamentó hace unos días que el acuerdo para modificar el IRPF se haya hecho sin contar con los clubes. El Barcelona estuvo representado por su director de fútbol profesional y su asesor jurídico.
Después de dos horas y media, sin pronunciarse sobre si una falta de entendimiento en esa negociación podría llevar finalmente a una huelga, Astiazarán emplazó a la celebración de una nueva asamblea, el día 19, que adoptará decisiones oportunas “en función de los avances” o acuerdos alcanzados con los representantes del Gobierno y el Parlamento”.
DIÁLOGO “URGENTE Y EFICAZ”. Astiazarán justificó la decisión de “no adoptar ninguna medida de presión en aras a la colaboración y el entendimiento y en busca de un dialogo urgente y eficaz”. El presidente de la LFP insistió en que la modificación del régimen fiscal de los impatriados “menoscaba la capacidad competitiva del fútbol español respecto a otras grandes ligas” y en la reivindicación de la asamblea de clubes “de ser consultada en aquellos asuntos que afectan al sector del fútbol profesional”.
“No ha habido ninguna discrepancia. Hemos intentado ser positivos, constructivos, avanzar, y hemos adoptado un acuerdo por unanimidad y no vamos a tomar medidas extraordinarias. La decisión para nosotros supone un cambio en la hoja de ruta que habíamos establecido en los últimos años”, señaló.
“El fútbol es una industria que mueve muchísima gente, con capacidad de retorno importante para el Estado. Estamos reivindicando la industria del fútbol profesional, influimos en el producto interior bruto, generamos trabajo, ingresos indirectos y como sector e industria no estamos de acuerdo con determinadas gestiones”, comentó.
