Cultura

“La línea entre lucidez y cordura es tan frágil que a veces supone solo un paso”

Diego Vaya publica ‘Medea en los infiernos’, premio Universidad de Sevilla de novela

el 28 jul 2013 / 22:07 h.

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15146335 Cinco años atrás, un joven escritor llamado Diego Vaya ganaba el premio de poesía de la Universidad de Sevilla con su libro Única herencia. Este año ha vuelto a obtener el mismo galardón, pero en la modalidad de novela. “La terminé y, como siempre, se la di a mi mujer para que la mandara a algún premio, porque suelo ponerme muy nervioso esperando los fallos si la mando yo. Cuando me llamaron no sabía ni que estaba concursando, me pilló desprevenido”, recuerda el autor, quien comenta jocosamente que uno de los miembros del jurado junto a Arturo Pérez-Reverte, Rafael de Cózar, “me ha hecho prometer que no me presentaré al de teatro, ni al de fotografía”. Pero hablemos de la obra ganadora, de esta Medea en los infiernos que publica –con excelente distribución, dicho sea de paso– el sello Punto de Lectura, y que viene protagonizada por una profesora de música que se ha marchado a la costa fuera de temporada a la espera de que sus hijos regresen de un viaje con su marido. “La historia surgió como un relato, completamente distinto al resultado final”, explica Vaya. “Me apetecía escribir algo sobre una mujer aislada en algún sitio desolador, ¿y qué más desolador que la playa en invierno?”, se pregunta. Lo que sucede es que, apartada en esa urbanización casi vacía, mientras intenta escribir un artículo sobre la novela sinfonía de varios compositores, va enfrentándose a sus propios fantasmas, a sus frustraciones y a su memoria. “Es un personaje que tiene muchos complejos de inferioridad, tiene la sensación de que no es nada e intenta resolverlo como puede, primero con la música, luego con su matrimonio... Busca un sentido a la vida una y otra vez, pero le cuesta encontrarlo”. Pero en el fondo de esta historia narrada con frecuentes saltos temporales, recuerdos intercalados y visiones que la protagonista asocia con cosas vividas, está el mito al que alude el título, el de la mujer que mata a sus dos hijos por despecho hacia su marido. “Cuando empecé a escribir, tenía una vaga idea de que quería hacer una reconstrucción actual del mito. Me interesa reelaborar la mitología, porque creo que contiene siempre algo muy contemporáneo”, comenta el autor. “Al mismo tiempo, quería mostrar a una mujer corriente, aunque esté un poco enloquecida, e indagar en lo que siente, o en lo que puede sufrir. Eso fue lo más difícil del proceso, meterse en su piel, porque aunque la historia está contada en tercera persona, es en realidad un falso monólogo. Pero tenía que saber qué cosas le atormentaban, o cómo reaccionaba ante su marido, para plasmarlo en el papel”. Diego Vaya no cree que todas las mujeres que pasan por su lado en la calle sean ni mucho menos unas Medeas en potencia, pero apunta: “Creo que la línea entre la lucidez y la cordura es tan frágil, que a veces cruzarla supone tan sólo dar un paso adelante. Todo el mundo puede perder la cabeza, enloquecer, aunque sea temporalmente”, dice. Consciente de la influencia que ha ejercido Virginia Woolf sobre esta novela,DiegoVaya trabaja ya en la tercera con Inma la Estrecha no quiere mi amor, pues no hay dos sin tres: “Ninguna de las tres tiene nada que ver entre sí”, adelanta el escritor. “Me temo que será otro salto al vacío”.

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