Dos grandes de la literatura infantil en español, Carlo Frabetti y Ricardo Gómez, pusieron ayer un digno broche en Tomares a la primera edición de la Feria del Libro del Aljarafe, un evento ensombrecido por la masiva deserción de libreros en la segunda jornada.
Cayó agua a cubas, pero no llegó la sangre al río. Ejercieron los libreros su derecho a marcharse de los Jardines del Conde, pero prosiguió el programa con los autores invitados y sus imprescindibles lectores. Los de ayer en el acto de Carlo Frabetti y Ricardo Gómez sumaron casi medio centenar, encarnaban el futuro del libro -puesto que eran niños de edades comprendidas aproximadamente entre los 0 y los 7 años- y bombardearon a los escritores con preguntas tan incisivas como ocurrentes.
En la misma jornada de clausura, coincidente con el Día de la Lectura en Andalucía, la poeta y colaboradora de El Correo de Andalucía Elena Medel presentó al escritor Ray Loriga, quien habló de su última novela, Ya sólo habla de amor. Otros actos fueron una conferencia de Alberto del Campo, una presentación del último libro de Eliacer Cansino y el espectáculo literario Una ventana al Mediterráneo, del grupo La Madeja.
Atrás quedan cuatro jornadas y un intenso trabajo deslucido por el desalojo de las casetas por parte de los libreros apenas 24 horas después de la inauguración, debido al mal tiempo y la falta de confianza en la capacidad de la organización para prevenir y reparar los eventuales desperfectos. Más allá de las exigibles responsabilidades, el libro merece una segunda Feria del Aljarafe con el máximo compromiso de todos los sectores.
