La llamada a una rebelión brotó como si nada de los labios de Federico Mayor Zaragoza. Nadie de los jóvenes asistentes a las jornadas Factor Universitario: La educación pública a debate se llevó las manos a la cabeza por tal acicate a la lucha universitaria del exdirector general del Unesco. En parte, porque llevan meses escenificando su oposición frontal a la nueva ley de reforma universitaria que cocina el ministro de Educación, José Ignacio Wert. "Si es necesario, nos rebelaremos", alentó ayer Mayor Zaragoza, que emplazó a los universitarias a que no consientan que "la economía especulativa absorba principios irrenunciables", entre los que enumeró la educación, la sanidad o la ciencia.
La reivindicación vino sazonada por un análisis sosegado de la futura ley . Mayor Zaragoza detectó "aspectos positivos" en el informe de la comisión de expertos del Ministerio, aunque ninguno "para justificar una ley". Tanto que invitó a "no hacer especial caso a informes acelerados" y atender a anteriores estudios que defienden la autonomía de la universidad.
Mayor Zaragoza no fue el principal valedor de esa autonomía, de la que no faltaron ayer defensores en la jornada inaugural del ciclo organizado por la Universidad de Sevilla. Comenzando por el rector, Antonio Ramírez de Arellano, que abrió el debate blandiendo su "desacuerdo" ante una ley que "impugna los logros obtenidos tras décadas de esfuerzos". No faltó el alegato en "defensa de lo público" y de la aludida autonomía y ofreció un decálogo de cómo debería ser la Universidad para iniciar un proceso de "diálogo y de encuentro".
Ramírez de Arellano no perdió ni la oportunidad de reprochar la ausencia de "un modelo andaluz de universidad, que existe realmente" en la mesa de Wert, como sí han hecho las universidades catalanas. Lo dijo conocedor de que su reclamo sería escuchado atentamente por el presidente de la Junta, José Antonio
Griñán, que estaba sentado en la misma mesa.
No fueron las únicas voces críticas en un foro en el que no hubo defensa a las medidas iniciadas en Madrid. En una mesa moderada por el director de informativos de la Cadena Ser, Antonio Hernández Rodicio, el exministro de Educación Ángel Gabilondo afirmó que "ningún ministro puede cambiar solo la Universidad sin la comunidad universitaria", invitando a Wert -sin citarlo- a la participación. Precisó que es más proclive a "modificaciones" de una ley que hacer una nueva.
"Estabilidad normativa, por favor", exigió ante los vaivenes surgidos con cada cambio de Gobierno. Así, ensalzó a la universidad como el espacio "por la igualdad y la justicia" y se mostró reacio a una institución de castas, entre "espléndidos investigadores y monaguillos de faena".
Como complemento, la presidenta de la Conferencia de Rectores y rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida de la Calle, reivindicó la rentabilidad económica de la Universidad (cada euro invertido se multiplica por tres), poniendo como ejemplo el proyecto de campus de excelencia Andalucía Tech -compartido con la Hispalense-, a la par que defendió el talento formado en sus aulas. "No hay que tener complejos en querer quedarnos con el talento propio", reivindicó De la Calle.
