Después de un año de crecimiento, el turismo de cruceros en Sevilla experimenta un ligero estancamiento. La previsión que maneja el Puerto de Sevilla es que el presente ejercicio se cierre con unas cifras "muy similares" a las del año pasado, por lo que se espera que entorno a 16.000 visitantes desembarquen en la ciudad a través del río, lo que representa un escuálido 0,7% del total de turistas (2,2 millones en 2011) que vienen a la capital hispalense a lo largo del año.
Los datos hacen peligrar la apuesta turística del Gobierno de Zoido, que en reiteradas ocasiones ha manifestado el interés de potenciar este sector que en la ciudad tiene un impacto de alrededor de 1,5 millones. De hecho, el delegado de Turismo, Gregorio Serrano, llegó a apuntar al "despegue" de los cruceros con más de 30 propuestas para crear un Circuito Ibérico que integre a Sevilla entre "los selectos destinos", aprovechando las recientes obras de la esclusa por las que el año pasado aumentó en un 29,4% el tráfico de pasajeros fluviales.
Precisamente la nueva esclusa permitirá la llegada del buque Azamara Journey, un crucero de lujo del grupo naviero Royal Caribbean Cruise, atracará esta noche en el Muelle de las Delicias procedente de Lisboa. De este hotel flotante desembarcarán un millar de personas -600 pasajeros y 400 de la tripulación-, lo que supone "un paso cualitativo" para el Puerto de Sevilla que recibirá al mayor número de cruceristas de toda su historia.
Será la quinta de las nueve escalas programadas para este año, sin contar las semanales de la Belle de Cadix. El crucero llegará a Sevilla sobre las 22.45 horas y zapará de nuevo el jueves sobre las 23.30 horas con destino a Gibraltar en su periplo hasta Montecarlo, con llegada prevista para el próximo 1 de septiembre.
En estos dos días los pasajeros tendrán ocasión de realizar diversas visitas a la ciudad, entre las que se incluyen la Catedral, el Alcázar, panorámicas como las que ofrecen las setas de la Encarnación y paseos en coche de caballos o en bicicleta. Además disfrutarán de catas de vinos y aceites, y espectáculos flamencos.
Ante esta llegada, el Ayuntamiento pondrá en marcha el primer Cecop de Cruceros, que permitirá coordinar en el Puerto todos los servicios de policía, taxis, transportes urbanos y limpieza. El objetivo es ofrecer "todas las garantías necesarias a los cruceros que llegan y un compromiso en la calidad en los servicios que se les presta", según se detalla desde el Consistorio.
El Azamara Journey es un barco construido en el año 2000, con una eslora de 180 metros y 28,3 metros de manga, con once cubiertas y 42 suites, piscinas, restaurantes y simuladores de golf, que desplaza 30.277 toneladas. El crucero está consignado por la empresa Vapores Suardiaz. Su llegada representa "un paso cualitativo" para el turismo de cruceros, en la que mucho ha tenido que ver la nueva Esclusa Puerta del Mar. Para la Autoridad Portuaria, esta nueva infraestructura "ha ampliado las posibilidades de crecimiento real del negocio de cruceros en el puerto", que ya en 2011 dio muestra de dicho crecimiento con un 29,4% de incremento, alcanzando la cifra de 16.058 cruceristas y un total de 57 escalas.
Unos resultados que esperan repetir este año, pese a que los datos de los primeros siete meses arrojan un balance negativo. Así, en cuanto al número de pasajeros, hasta julio se ha registrado un 8,29% menos respecto a 2011, cuando se contabilizaron 700 visitantes más. También hasta el mes de julio ha habido dos escalas menos (28). Si bien, desde Puerto de Sevilla se apunta que aún quedan cinco escalas para lo que resta de año, por lo que el balance será "muy similar" al del año pasado. De hecho, el próximo mes de octubre recibirá el Azamara Quest, otro crucero de lujo perteneciente al mismo grupo empresarial noruego-americano, que ofrece a sus huéspedes experiencias únicas, elegantes y sofisticadas con parada en Sevilla.