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La llegada del AVE a Portugal enfrenta a los candidatos lusos en la campaña

El tren de alta velocidad (AVE) entre España y Portugal enfrentó ayer al primer ministro socialista luso, José Sócrates, y a la líder conservadora, Manuela Ferreira Leite, que prometió suspender el proyecto si gana las próximas elecciones del país vecino e insistió en que su país "no es una provincia española" .

el 16 sep 2009 / 08:40 h.

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El tren de alta velocidad (AVE) entre España y Portugal enfrentó ayer al primer ministro socialista luso, José Sócrates, y a la líder conservadora, Manuela Ferreira Leite, que prometió suspender el proyecto si gana las próximas elecciones del país vecino e insistió en que su país "no es una provincia española" .

La conexión de alta velocidad con España produjo uno de los momentos más tensos en el debate electoral entre los líderes de los dos principales candidatos a las elecciones generales del próximo día 27 en Portugal, en las que el partido Social Demócrata (PSD) de Ferreira Leite aspira a suceder al actual Gobierno socialista. La líder de la oposición dijo que no le gusta "que los españoles se metan en la política portuguesa" y achacó el interés de España por que el tren de alta velocidad llegue a Portugal a que, de ser así, recibirá más fondos de la Unión Europea.

Sócrates, defendió en cambio las "inversiones en las redes de alta velocidad" para ayudar a superar la crisis y criticó que la candidata de la oposición esté dispuesta a faltar a su palabra con España y echarse atrás en un proyecto que respaldó cuando era ministra en 2003. Pero Ferreira Leite insistió en que si llega al Gobierno suspenderá "inmediatamente todas las inversiones en esta materia" y subrayó que ella se debe a los intereses de los ciudadanos portugueses y no a los españoles.

"Portugal no es una provincia española", dijo en dos ocasiones la dirigente conservadora, que se quejó de "manifestaciones, peticiones y presiones" contra ella realizadas de forma conjunta por socialistas lusos de las regiones fronterizas con España y de alcaldes españoles de la zona.

"La situación económica del país es insostenible y estas inversiones no se pueden llevar a cabo", argumentó Ferreira Leite, que hizo hincapié en el problema del endeudamiento de Portugal para justificar su oposición al proyecto de alta velocidad.

La prevista conexión ferroviaria, que uniría Lisboa con Madrid y con la ciudad gallega de Vigo -a través de Oporto- debe estar terminada en 2013, según varios acuerdos suscritos entre ambos gobiernos, y tendrá un costo para Portugal de unos 9.000 millones de euros.

Sócrates defendió también la importancia del proyecto por el carácter periférico de su país en Europa y criticó que su rival "intente frenar y hacer retroceder Portugal". "No comprendo por qué su partido cuando estaba en el Ejecutivo consideró que la conexión de alta velocidad con España era una prioridad y ahora cambia de opinión". Sócrates subrayó la imperiosas necesidad de incluir al país luso en el entramado de redes europeas de alta velocidad y dijo que ante esa necesidad prefiere que la estación del tren portugués "esté en Lisboa y no en Badajoz".

Pero la oposición del PSD al proyecto ferroviario obligó ya a Sócrates a anunciar en julio que no tomaría ninguna decisión sobre las adjudicaciones de las obras antes de los comicios de este mes. Además del proyecto del ferrocarril con España, los dos candidatos mostraron grandes divergencias en política educativa y en el combate a la crisis.

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